La obra en una provincia de Argentina en el siglo XIX del arquitecto italiano Luigi Caravati generó un creciente interés entre ambos países, al punto de desembocar en la firma de un acuerdo marco para la rubricación de un Pacto de Amistad, en la práctica un hermanamiento, entre la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, capital de la provincia del mismo nombre, y Cantello, un pequeño municipio de la provincia de Varese.
Nacido en esta localidad el 18 de julio de 1821, Caravati estudió arquitectura en la Academia de Brera y se trasladó a Argentina en fecha desconocida, pero los archivos registran su presencia en San Fernando a partir de 1857.
En los años siguientes, gracias a sus conocimientos, inició una intensa obras de renovación de la ciudad, diseñando, entre otros, la avenida central (Paseo de la Alameda), el edificio municipal, la finalización de la Catedral, el hospital, la escuela y el cementerio monumental.
El acuerdo entre las partes, informó un comunicado del ministerio de Exteriores argentino, fue firmado durante una videoconferencia en la que participaron el intendente de San Fernando del Valle de Catamarca, Gustavo Saadi, la alcaldesa de Cantello, Chiara Catella, el director de Asuntos Nacionales del ministerio de Exteriores, Nicolás Sabuncuyán y el cónsul general de Milán, Luis Pablo Niscovolos.
En particular, Saadi subrayó que "cuando visitas nuestra ciudad te encuentras por todas partes con la obra de Caravati, que transformó el lugar en una prestigiosa capital de provincia".
Por su parte, Catella indicó que "este evento me dio la oportunidad de conocer provincia de Catamarca y apreciar la obra de Caravati".
Finalmente, en una entrevista radiofónica, Marcia Lobo, bisnieta del arquitecto, subrayó que "mi antepasado fue de hecho el inspirador de la imagen pública de la ciudad, a través de su italianizante y neoclásico imprimir".
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