Cuna del derecho marítimo internacional.
(ANSA) - BARCELONA - La "mayor aportación de Cataluña a la historia de la humanidad" fue el Libro del Consulado de Mar, el "primer código de comercio internacional", declara en entrevista a ANSA el cónsul mayor, Jordi Domingo, al frente de esta institución creada hace 750 años.
Inspirado en las costumbres marítimas de Barcelona, el Libro del Consulado de Mar recopiló en 1272 "las leyes y costumbres de todos los puertos del Mediterráneo. Permitió que la gente se sintiera cómoda, y por eso fue aplicable durante siglos, hasta el periodo de Napoleón", señala.
El Consulado de Mar contó con 80 cónsules en el Mediterráneo, como en Venecia o Génova, y 120 en todo el mundo, en ciudades como Londres, Oporto, Lima o Buenos Aires, y su historia fue repasada este año en la exposición "Del gótico al metaverso. 3/4 de milenio" en el Museo Marítimo de Barcelona.
La institución surgió para ofrecer solución a los conflictos que se daban entre comerciantes y mercaderes, estableciendo las bases de lo que hoy se conoce como derecho marítimo internacional.
El Consulado de mar fue también precursor de lo que hoy se conoce a nivel internacional como "sistemas alternativos de resolución de conflictos" (ADR), "instaurados por el rey Jaime I en el siglo XIII, cuando animó a los comerciantes y navegantes a que prescindieran de la jurisdicción del rey y la jurisdicción ordinaria y a que se juzgaran ellos mismos de acuerdo a sus usos y costumbres".
Estos ADR "se expandieron a nivel del Mediterráneo y luego a otras ciudades del Pacífico y del Atlántico", apunta.
Domingo, abogado barcelonés, expresa el deseo de que "hoy en día hubiera unos usos y costumbres que nos permitieran entendernos en términos de paz y en términos de buena relación comercial y política".
Y por ello se ha embarcado en un proyecto para que con las herramientas del futuro, como la Inteligencia Artificial (IA) y el metaverso, el Consulado de mar "sea capaz de liderar los nuevos paradigmas de resolución de conflictos o de la profundización en la obtención de la paz" a través de la mediación.
Y "¿por qué no también intervenir en conflictos políticos, y no solo económicos y empresariales?" Entre otras cosas, se propone formar grandes mediadores internacionales en términos económicos, sociales y políticos a través de una nueva cátedra universitaria con vocación internacional que arrancará en universidades de Cataluña, Valencia y Baleares, y en la que se pretende que colaboren otros centros universitarios del mundo.
Domingo defiende la mediación frente a la justicia o el arbitraje para solucionar un conflicto porque "el resultado deja satisfechos a ambas partes en un periodo corto de tiempo" y subraya que "es más necesaria que nunca con tanta polarización y crispación. Y las nuevas tecnologías como el metaverso pueden intervenir facilitando la interrelación". (ANSA).