La muestra "El toque de Pigmalión" en Galería Borghese
(ANSA) ROMA - Los pliegues de la carne, las venas palpitantes, las arrugas de la piel, los músculos vibrantes y, sobre todo, las miradas vivaces y expresivas marcaron una nueva estética del arte y la pintura europeos en Roma a principios del siglo XVII gracias a la mirada revolucionaria de Peter Paul Rubens.
De su paso por Roma y de sus estudios sobre la escultura antigua surgió un nuevo lenguaje figurativo que animaría Europa durante casi ciento cincuenta años, contaminando, con un recorrido circular que miraba simétricamente al pasado y al futuro, a muchos artistas italianos, empezando por Gian Lorenzo Bernini.
Y la historia de esta contaminación revolucionaria se escenifica en la Galería Borghese de Roma, donde, del 14 de noviembre al 18 de febrero de 2024, se exhibe "El toque de Pigmalión. Rubens y la escultura en Roma".
Se trata de la segunda etapa de Rubens El nacimiento de una pintura europea, un gran proyecto creado en colaboración con la Fundación Palazzo Te y el Palazzo Ducale de Mantua que cuenta la relación entre la cultura italiana y Europa a través de los ojos del maestro de la pintura barroca y que también forma parte de una investigación más amplia de la galería dedicada a los momentos en los que Roma era, a principios del siglo XVII, una ciudad cosmopolita.
La exposición presenta casi 50 obras procedentes de los museos más importantes del mundo, desde el Museo Británico hasta el Louvre, desde la National Gallery de Londres hasta la Washington Gallery y el Met, sólo por nombrar algunos.
Con un foco en la nueva concepción de lo antiguo, de la que surge la novedad disruptiva de su acercamiento a la escultura antigua y, al mismo tiempo, su capacidad para releer ejemplos del Renacimiento y compararse con sus contemporáneos.
Una nueva gramática artística que, gracias a la colección y a los préstamos, dialoga no sólo con Bernini sino con algunos de los grandes maestros de la pintura italiana, como Caravaggio, Leonardo y Tiziano.
"A través de su mirada intentamos reconstruir el papel de la colección Borghese como motor del nuevo lenguaje del naturalismo europeo, que une las investigaciones de pintores y escultores" en las primeras décadas del siglo XVII, afirmó Francesca Cappelletti, directora de la Galería y curadora de la exposición. (ANSA).