En general, de junio a septiembre, 28 millones de italianos se trasladarán para tomar al menos unas vacaciones, para un total de 60 millones de salidas y un gasto total de alrededor de 41 mil millones de euros.
Estos son los principales datos que surgen del Observatorio de Turismo de Confcommercio, la confederación de comercio, en colaboración con la agencia SWG y de datos Istat, la oficina oficial de estadísticas.
Es un cuadro de luces y sombras: en los primeros cinco meses de 2023 las presencias turísticas crecieron un 15% respecto al mismo período de 2022, pero en comparación con hace dos meses tanto los datos de presencias como las encuestas de mercado indican una ralentización de la dinámica de flujos turísticos.
Tres factores pesan negativamente: una temporada que comenzó tarde, con mayo y junio marcados por condiciones climáticas desfavorables; los problemas logísticos endémicos que han golpeado sobre todo al transporte aéreo; la elevada inflación que, aun en una fase de importante reducción, al amplificar el peso de los gastos obligatorios reduce los espacios de elección de consumos relacionados con el tiempo libre, sobre todo el ocio, la cultura y el turismo.
"Las condiciones climáticas adversas y el aumento del costo de vida podrían penalizar la temporada turística", advierte el presidente de Confcommercio, Carlo Sangalli.
"Es un riesgo que hay que evitar. El turismo es un sector en rápido crecimiento que debe ser apoyado. En particular, se necesita más confianza para relanzar el consumo a través de un plan creíble de simplificación y desgravación fiscal", agrega.
En agosto, la primacía de los destinos nacionales es estable, incluso si se confirma el regreso de los viajes al extranjero después de la pandemia: 7 de cada 10 italianos aún permanecen este mes dentro de las fronteras nacionales. En la mitad de los casos se elige el mar, sobre todo para vacaciones de 7 días o más.
Por el lado del gasto, donde un tercio de la muestra entrevistada percibe incrementos en el costo del transporte superiores al 30%, impulsados ;;por los de los vuelos para llegar a los destinos elegidos, los viajeros reaccionan proponiendo gastar, en 4 casos de cada 10, cifras en línea con las de 2022, mientras que 3 de cada 10 están dispuestos a gastar más que el año pasado.
El relax y el tiempo para pasar con la familia son las primeras razones detrás de la vacación principal, la de 7 días o más, mientras que para los descansos más cortos hay razones más dinámicos, como conocer nuevos lugares, actividades en la naturaleza y la inevitable cita con la comida local y el vino.
Liguria, Trentino Alto Adige y Calabria encabezan el ranking de destinos, seguidos de cerca por Campania, Puglia y Emilia-Romaña que, reaccionando con determinación y rapidez a las consecuencias de la inundación, vuelve a ocupar los primeros puestos.
Cerdeña, Sicilia y Toscana vienen detrás, así como Lazio y Abruzzo, este último probablemente también promovido por el inicio del Giro d'Italia. Destacan también el Véneto y las Marcas. Francia, España, Grecia y Austria representan el cuarteto ganador de las opciones de vacaciones en el extranjero de la muestra entrevistada.
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