En otro paso más para que se haga realidad el proyecto de la creación del Museo de la Italianidad en Argentina, el presidente del Comites de Buenos Aires, Darío Signorini, presentó la iniciativa ante funcionarios del Ministerio de Cultura italiano y también realizó una visita al Museo de la Emigración italiana (MEI), en Génova.
Impulsado por el Comité de Italianos en el Extranjero en Buenos Aires, el proyecto del Museo se ubica sobre la costa del Río de la Plata, a la izquierda donde está el Monumento a Cristóbal Colón, justo enfrente del aeroparque Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires.
"La superficie estimada sería 1200 metros y el diseño edilicio es muy moderno, pues habría un salón multidisciplinario, un bar temático y los contenidos tienen que ver con el MEI en Génova. Es todo muy virtual, con software muy moderno y esa sería la tecnología que traeríamos a la Argentina", contó Signorini a ANSA Para el referente de la comunidad italiana en Argentina, se trataría del primer museo de la migración de Italia que se edificará fuera de la Península, amén de que, destacó, "no hay un museo de ese estilo en Buenos Aires".
A mediados de julio "dejamos el proyecto en el Ministerio de Cultura italiano", prosiguió Signorini, y precisó que mantuvo conversaciones con un miembro de la subsecretaría de Cultura, Francesco Malfitano.
Además, el presidente del Comites, un abogado ítalo-argentino de 65 años, también realizó una visita al MEI, en Génova, donde fue recibido por un directivo de esa institución, Pierangelo Campodonico.
"Fuimos a conocer in situ la tecnología, que puede llegar a brindarnos un salto de calidad muy bueno y que estaría dentro de la viabilidad del presupuesto que nosotros hicimos", cifrado en unos 4 millones de euros, afirmó Signorini.
El Museo fue presentado en junio pasado ante el ministro de Desarrollo Económico y Producción del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, José Luis Giusti.
Ahora se espera que el gobierno de la capital argentina apruebe el proyecto a través de un decreto que dé el permiso para otorgar el espacio, y también una reunión con los empresarios de la comunidad italiana.
"Tengo mucha confianza en que los empresarios apoyen" con financiamiento -añadió Signorini- para cumplir el sueño del museo, que no solamente supone hablar de memoria sino también asegurar el presente y construir futuro.
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