Las extraordinarias esculturas romanas de bronce en San Casciano, que fueron descubiertas el año pasado en buen estado de conservación luego de estar casi dos mil años enterradas en el barro de unas antiguas termas, serán expuestas a partir de mañana en el Palacio del Quirinal, sede de la presidencia de Italia.
Dioses, emperadores, matronas y efebos llevaban casi dos milenios sumergidos en el barro y el agua de una piscina sagrada, pero, tras un impresionante hallazgo arqueológico, en las antiguas termas de San Casciano, en la Toscana, volvieron a salir a la luz prácticamente intactas, y esplendorosas.
Entre lo que se puede ver, está el efebo enfermo, con el rostro de un joven marcado por el dolor, en un cuerpo largo, delgado, imperfecto.
También el Apolo danzante, obra maestra absoluta de ligereza y poder, pero también el Arringatore, orgulloso con su toga, el tierno putto con una manzana en la mano, las matronas pavoneándose, y luego esa avalancha de manos, pies, brazos, orejas. así como el increíble tesoro de monedas.
Extraordinarios los Bronces de San Casciano, expuestos al público por primera vez en las salas del Quirinal.
Titulada "El regreso de los dioses - Los bronces de San Casciano", la exposición, la primera en las salas del Quirinal tras el fin de la pandemia por el Covid-19, permanecerá abierta del 23 de junio al 25 de julio, y luego del 2 de septiembre al 29 de octubre próximos.
Fruto de la suerte del "trabajo en equipo de un año", como ha reiterado, emocionado, el jefe de excavación Jacopo Tabolli, los tesoros desenterrados de la excavación en el campo de la aldea toscana se exhiben, pero también se cuentan al público con un recorrido a lo largo de siete pequeñas salas que los dos curadores imaginaron un poco como un viaje dentro del paisaje de las cálidas aguas de la zona de Chiusi.
Se parte de los lugares aledaños a San Casciano y de otros hallazgos de estatuillas de bronce, mascarones extraordinarios; se conoce el lugar tal como aparecía antes de las excavaciones, con los hallazgos de estatuas de travertino y altares, realizados en los siglos pasados, para luego finalmente sumergirse en la bañera sagrada, redescubriendo paso a paso muchos de esos objetos extraordinarios, rostros, miembros, instrumentos médicos que han salido a la luz.
"Aquí diferentes matrices e inscripciones, en etrusco y latín, hablan de un universo acogedor donde la multiculturalidad y el plurilingüismo eran las señas de identidad de este lugar sagrado", explicó Osanna.
Luego está la diosa con la serpiente envuelta alrededor de su brazo, pero también la oreja con la larga inscripción finamente grabada que cuenta la historia de otra petición a los dioses.
"Un documento conmovedor de la aventura humana", resumió Giovanni Grasso, asesor de prensa y comunicación del presidente de la República, Sergio Mattarella, al presentar la exposición.
Luego de lo cual los bronces, por voluntad del Ministro de Cultura Sangiuliano, quizás continúen su recorrido con otras exposiciones, aunque para algunos será necesaria una nueva parada en los laboratorios de restauración del ICR, donde ya se hizo un gran trabajo para limpiarlos y ponerlos a salvo.
El Ministerio de Cultura "está invirtiendo mucho en eso", aseguró el director general de arqueología, Luigi La Rocca, con la compra recién hecha del museo que deberá albergar los hallazgos en el centro de San Casciano - con un costo de 600 mil euros- y también las restauraciones, por un importe total de momento de 140 mil euros, y las expropiaciones de los terrenos aledaños a la excavación para permitir la ampliación de la investigación, a los que se han destinado 60 mil euros.
En unos días se retomará las excavaciones: "El objetivo por ahora ya no será el tanque, sino el espacio que lo rodea", anticipó Tabolli.
El barro y las aguas termales que sepultaron las esculturas durante miles de años fueron cruciales para mantenerlas en un estado de conservación excepcional, lo que permite observar numerosos detalles e incluso inscripciones en etrusco y latín.
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