Por Patrizia Antonini - La justicia como perímetro de exploración artística, para dar forma a un concepto abstracto y a la vez fundamental para la vida de todos. Es el esfuerzo de Encúpula, un movimiento colectivo de "arte legal" nacido en Buenos Aires a partir de una intuición de la joven abogada y artista ítalo-argentina Giorgia Alliata, quien en entrevista con ANSA ilustra el proyecto que involucra a artistas e intelectuales de diversas partes del mundo, y que se propone como "puente generacional", para hablar a todos, fuera de las galerías, partiendo desde el arte como chispa revolucionaria para cambiar el statu quo.

    El punto de partida de la iniciativa fue la recuperación de una de las espléndidas cúpulas de principios del siglo XX en el centro de la capital, entre Córdoba y Esmeralda, luego de que fuera abandonada en los años de la pandemia, que transformó la geografía de la ciudad. “Un espacio inclusivo de renacimiento y reconciliación, donde el arte se convierte en una herramienta para la consecución de esa justicia individual, que tal vez nunca sea reconocida en los escenarios institucionales ni a través de la política”, explica.

    En este atelier, "las obras, relatos o instalaciones artísticas activan nuevos caminos", proponiendo "experiencias inmersivas o de transición", como el Laberinto, una de las obras que alberga actualmente. "O las reacciones que suscitan los colores azul y dorado (que según el movimiento representan la aspiración individual a la justicia y la relatividad del concepto)”, observa Alliata.

    Un espacio, el de la cúpula, que se está dando a conocer en la capital argentina, con una multiplicación de encuentros culturales abiertos en los que pueden convivir puntos de vista, que se encuentran físicamente representados y también sedimentados en las paredes. 

    “Muros que se preparan para acoger capas, pero también sustracciones, o contaminaciones, en un fluir experiencial que se expresa a través de un trabajo artístico colectivo y en constante cambio”. Un concepto que también se expresa en los materiales fotoquímicos utilizados y en una pintura de un artista invitado que domina el espacio y recoge planos de 262 miradas diferentes. “Una declaración para decir que la obra no necesariamente es de alguien, que hay lugar para todos, y que el concepto puede vivir dentro de cada uno de nosotros”.

    El contacto con el movimiento se realiza a través de la página de Instagram @encupula o la página web https://giorgiaalliata.com/encupula

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