Italia ha marcado la vida y la obra del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, pues fue el país "donde me salvé" tras dejar Colombia, y la clave para escribir "El olvido que seremos" se la dio Primo Levi, dice en entrevista a ANSA. La primera vez que vivió en Italia fue "por amor al neorrealismo de Italia" al asistir a unos cursos con un cura, quien le inspiró para escribir su última novela, "Salvo mi corazón, todo está bien" (Alfaguara).
Asistía a esos cursos con una novia italo-colombiana, y cuando le expulsaron de la Universidad católica de Medellín "ella y yo abrimos un mapa, miramos, y sin saber nada, pusimos el dedo en Turín y llegamos a la universidad de Turín a estudiar y allí nos quedamos cinco años".
Allí, cuenta el escritor, que asiste estos días en Cádiz al IX Congreso internacional de la lengua española, estudió Lenguas y literaturas modernas y allí nació su primera hija, Daniela.
En 1987 regresó a Colombia y a los pocos meses mataron a su padre, el médico Héctor Abad, "a mí me amenazaron", se marchó a España y terminó en Verona (Italia) donde amigos de Turín le encontraron trabajo como lector en la universidad.
"Nueve años en total en Italia. Fue el país que me acogió y donde me salvé. En Verona nació mi segundo hijo, Simón. Tengo dos hijos italianos. Italia -dice- era mi segunda patria".
Señala que "quería dejar de ser colombiano. Quería volverme italiano. A mi se me estaba olvidando el castellano. Llegó un momento que hablaba mejor italiano que español, pero aunque lo hablaba muy bien, no podía escribirlo con la misma gracia con que se escribe la lengua que hablas en la infancia".
Dice que traduciendo a grandes autores italianos del siglo XX, como Natalia Ginzburg y Primo Levi, "aprendí a escribir".
De hecho, fueron ellos quienes le dieron "la clave fundamental para escribir "El olvido que seremos", su novela biográfica sobre su padre, asesinado por los paramilitares.
Levi con "Si esto es un hombre", autor que "en 1946 inventa la novela sin ficción, no es Truman Capote, y que me indica que yo puedo contar una historia sin ficción".
Y "Léxico familiar", de Ginzburg, "que me apunta que puedo escribir en la lengua de mi casa".
Sobre el presidente colombiano, Gustavo Petro, opina que "está sufriendo como de una especie de síndrome de hiperactividad con déficit de atención. Ha producido una especie de explosión de reformas, la reforma tributaria, de salud, de justicia de las pensiones, que son todas reformas radicales".
Y "hacer reformas revolucionarias es casi una contradicción en los términos: son dos caminos, o reformas o revolución, y él viene de un pasado ideológicamente revolucionario".
Abad se pregunta "qué va a pasar cuando el Congreso no le apruebe las reformas".
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