(ANSA) - El gobierno de Giorgia Meloni impulsa una ley para promover el teatro en las prisiones, una actividad que, según estudios, derrumba las tasas de reincidencia de los reclusos en delitos del 65% al 6%.
De hecho, pronto será examinada por la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados la iniciativa del diputado del Movimiento 5 Estrellas (M5S) Raffaele Bruno y también está por llegar otra del Presidente de la Comisión, Federico Mollicone (FdI, Hermanos de Italia, la fuerza de Meloni).
El anuncio de la próxima programación de las propuestas proviene del Presidente de la Comisión con motivo de la presentación en Montecitorio de "El no manual del operador de teatro social", Pascal La Delfa.
"Una agenda específica sobre el teatro carcelario fue aceptada por el gobierno en la ley de presupuesto. El ministro Carlo Nordio (Justicia, NDR) lo precisó que "la marca de Caín que lleva el preso corre el riesgo de ser una doble expiación de la pena". "Esto no es justo: una vez saldada la deuda con el poder judicial, el ciudadano debe poder reintegrarse, estar preparado para el trabajo y al mismo tiempo no encontrarse con un mundo hostil que lo rechace", dijo recientemente Mollicone.
"Estamos con el artículo 27 de la Constitución. Es decir, estamos con el principio reeducativo de la pena. Las penas deben tener como objetivo la reinserción del condenado a la legalidad.
Fomentar la inserción laboral de los reclusos a través del trabajo es el camino principal", subrayó el legislador oficialista.
Hay un dato que señala la importancia de apoyar iniciativas en este sentido: la reincidencia media de los presos en Italia se sitúa en el 65%. Una cifra enorme que, sin embargo, según algunas estadísticas, se elimina casi por completo cuando se ofrece al interno la oportunidad de experimentar los beneficios que ofrece la práctica teatral en las instituciones penitenciarias.
La tasa de reincidencia, en este caso, desciende al 6%.
Este solo dato bastaría para comprender cuánto puede contribuir el teatro a afirmar la reinserción del recluso en la legalidad, poniendo en práctica el principio reeducativo de la pena.
"La administración penitenciaria -subraya Mollicone- ha abierto nuevos espacios, apoyado proyectos de experimentación y formación, iniciado formas de colaboración con entidades locales y culturales, como el memorando de entendimiento firmado en 2013 con la Coordinación Nacional de Teatro en Prisiones, prorrogado en julio 2014 en la Universidad de Roma Tre".
Ya se piensa que está el auditorio de la prisión de Rebibbia -periferia de Roma- que puede albergar a más de 10.000 espectadores en un año y que ahora es la sede oficial del festival de cine independiente Rome Film Fest y el centro de producción para transmitir eventos teatrales, con la colaboración de los principales teatros públicos y privados italianos.
Actualmente, informó el presidente de la Comisión de Cultura, hay unos 148 laboratorios activos y, en 2021, 2.489 personas en prisión asistieron al menos a una actividad teatral.
Las nuevas normas contemplan la disposición de dotar a las instituciones de espacios específicos y poner en marcha la colaboración institucional con edificios y universidades.
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