(ANSA) - MALAGA 14 MAR - Un homenaje a Don Quijote en forma
de fábula social de ciencia ficción que trata la soledad, el
maltrato y la drogodependencia está dentro de la película
"Kepler sexto B", presentada en el Festival de cine de Málaga.
La cinta la protagoniza Karra Elejalde, que da vida a Jonás,
un viejo solitario que vive refugiado en un mundo imaginario,
una nave espacial en un planeta extraño, Kepler, que ha
construido en su departamento de un barrio humilde para
protegerse de su cruda realidad.
Ópera prima del español Alejandro Suárez, fue presentada,
fuera de concurso, en la Sección Oficial Málaga Premiere.
"El cine de género te permite entrar en un código y contar
cosas más profundas. Siempre me han atraído personajes alineados
que crean mundos, como El Quijote. Es hacer ciencia ficción sin
hacer una película de ciencia ficción", afirmó Suárez en la
presentación.
Elejalde ("Ocho apellidos vascos", "Mientras dure la
guerra") ve en la cinta, en la que aparece enfundado en traje de
astronauta, "un homenaje al Quijote" y describe a su personaje
como "un visionario que no ve gigantes y molinos, sino
cucarachas y bichos".
Para el actor el gran reto para interpretar a Jonás fue
"hacer que un hombre senil tuviera capacidad para manejarse en
su nave. Pero se justifica porque de niño había jugado a la
astronáutica con sus hijos, y había trabajado en el
mantenimiento de un planetario".
Al igual que "las novelas de caballería marcaron al Quijote,
Jonás había leído y visto novelas y películas de ciencia
ficción".
Siendo "una fábula, tenía que ser verosímil", subrayó el
actor.
El director apuntó que "dentro de la fantasía y lo onírico
de la película, no quería perder la base realista".
Para él uno de los mayores retos fue "pasar de un mundo
imaginario al de la realidad, como la escena de costumbrismo de
golpe cuando le llega a Jonás, que vive en su nave construida en
su piso, una orden de desahucio".
En la cinta el encuentro de Jonás con Zaida (Daniela
Pezzotti), quien vive con su padrastro, permitirá a ambos
salvarse al embarcarse en una surrealista misión de rescate
fuera de las inclemencias de la vida.
En ese mundo real "construí muchos villanos, pero no les
quería hacer arquetípicos y busqué la humanidad en cada
personaje".
Suárez destaca el "punto de vista inocente de los dos
personajes", Zaida, una niña, y Jonás quien "ha perdido la
cabeza y no quiere ver la realidad, así que la imaginación, la
ciencia ficción, me permite hablar de estos males de la sociedad
de una forma seria, y al mismo tiempo divertida".
La 26 edición del Festival de Málaga, centrado en el cine en
español y que proyecta más de 200 películas, se inauguró el
pasado día 10 y se clausura el próximo domingo. (ANSA).
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