(ANSA) - TERUEL 20 FEB - Los Amantes de Teruel, una "historia
cierta" a diferencia de Romeo y Julieta, situada en Verona
(Italia), ha llevado a la ciudad española a crecer como destino
romántico de pedidas de mano, dijo a ANSA su alcaldesa durante
la fiesta de las Bodas de Isabel de Segura, que atrajo a miles
de personas.
Como cada tercer viernes de febrero, arrancó el pasado día
17 durante tres días la teatralización por el centro de la
ciudad de "la más bella historia de amor jamás contada. Trágica,
sí, pero lo más trágico es no haber amado nunca", apunta la
alcaldesa, Emma Buj.
Se compara con Romeo y Julieta, de William Shakespeare,
"pero hay una diferencia fundamental -señala-, pues esa es una
obra teatral creada, y los amantes de Teruel es una historia
cierta. Las familias de los amantes existieron y la historia se
desarrolló. Seguramente la tradición oral nos ha aportado
algunas cuestiones que no sabemos sin son ciertas o no", admite.
La historia de amor, digna de leyenda, está protagonizada
por Isabel de Segura y Diego de Marcilla, jóvenes enamorados que
vivieron en el Teruel del siglo XIII.
Al padre de ella no gustó la idea de que se casaran porque
el linaje de él era inferior al suyo, así que ante la
insistencia de Isabel llegaron al acuerdo de que ella esperaría
a que Diego consiguiera dinero y éste se fue a luchar durante
cinco años a las cruzadas, participando entre otras en la
batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
A los oídos de ella llegó el rumor por parte de un soldado
que regresaba de las cruzadas, al parecer sobornado por la
familia Segura, de que Diego había muerto, así que Isabel aceptó
casarse con un poderoso señor, Pedro de Azagra, como quería su
padre.
Justo un día después de la boda Diego regresaba sano y salvo
y, enloquecido al saber que Isabel se había casado, se encaramó
a su balcón para pedirle un beso, que ella le negó por estar
casada, y en ese momento él cayó muerto de forma fulminante a su
lado.
Isabel entonces acudió al funeral de Diego para darle el
beso que le había negado y, tras besarle, su corazón falló y
murió junto al cadáver de él, tras lo que Pedro de Azagra
decidió darles sepultura juntos.
Los cadáveres, enterrados juntos, de un hombre y una mujer
jóvenes, momificados de forma natural debido al frío, fueron
descubiertos en 1555 en el transcurso de unas obras de la
Iglesia de San Pedro, e inmediatamente fueron considerados los
Amantes de Teruel, quienes sirvieron como inspiración de
escritores como Tirso de Molina o Juan Eugenio Hartzenbusch.
El mausoleo se inauguró en 2005, un año después de que a las
dos momias se les realizara la prueba de carbono 14, que
demostraron que se trataba de dos cuerpos, hombre y mujer,
muertos jóvenes sin signos de violencia.
Actualmente reposan en un mausoleo de alabastro y bronce en
la iglesia de San Pedro, cuyas manos no llegan a rozarse en
símbolo de un amor no culminado.
El mausoleo, uno de los monumentos funerarios más famosos de
España, recibe la visita de 140.000 personas al año, entre ellas
cada vez más parejas de enamorados para pedirse la mano, como
también lo hacen en otros lugares de la ciudad, atraídos por
esta historia.
Y es que Teruel (noreste del país) se ha posicionado como
"un destino del amor", afirma la alcaldesa.
Desde 1996 se celebra la recreación de forma teatralizada
por parte de 120 actores aficionados de esta historia, con más
de medio centenar de escenas representadas en las calles de la
ciudad, convertida durante tres días en un gran decorado
medieval.
Así, se puede asistir a la boda de Isabel con Pedro, el
regreso a casa de Diego para ver a su amada, la muerte de éste
tras pedirle un último beso, y la muerte de ella durante los
funerales de Diego, tras lo que se celebra un cortejo fúnebre
por la ciudad de los Amantes, arropados por un emocionado
silencio del público, entre el que se pueden ver lágrimas
correr.
Además de la recreación teatralizada de la historia de amor,
durante tres días la ciudad regresa a la Edad Media, con cerca
de 17.000 de sus 35.000 habitantes caracterizados de aquella
época, ya sea de militares, religiosos o de oficios como
jaboneros, calcetineros o herreros, distribuidos en 150 jaimas.
"Es una tradición que pasa de padres a hijos. Esta leyenda
de 800 años la llevamos los turolenses metida dentro. Y a
diferencia de Romeo y Julieta la nuestra es real, porque tenemos
dos momias", dice Lorena Muñoz, coordinadora de la Fundación
Bodas de Isabel.
En la jaima de los pañeros y tintoreros, José Luis Muñoz
dice: "La historia es tan bonita que la gente la ha hecho suya.
Esto es como Romeo y Julieta, pero sin cuento".
Declarada fiesta de interés turístico nacional, la ciudad,
que forma parte de la red Europa Enamorada -donde los Amantes de
Teruel son los únicos que mueren de amor-, aspira ahora a
convertirla en fiesta de interés turístico internacional.
El italiano Mario La Farciola, presidente de la asociación
cultural "Il Mastrogiurato", fiesta que se celebra en Lanciano
(Abruzzo), estuvo el pasado fin de semana en la fiesta de
Teruel, de la que dijo que "esta historia me fascina más que
Romeo y Julieta, donde no hay una fiesta, solo se visita la casa
de ella en Verona".
Sobre los Amantes de Teruel dice que "probablemente no
sucedió, pero te apasiona", ya que como se dice en italiano, "se
non è vero, è ben trovato". (ANSA).
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