"Finalmente puedo ver Milán desde arriba y sin necesidad de un dron", bromeó Giorgio Armani poco después del final del desfile de la línea Emporio en la Semana de la Moda de Milán, que estuvo dedicado "al hombre. que quiere volar sobre su ciudad".
El mapa local se reprodujo en el suelo de la sala de conciertos, como una llamativa escenografía propia de lo que se ofrecía.
El punto de partida de la colección para el próximo invierno, que recibió un cálido aplauso de los invitados al desfile, incluidos Roberto Baggio, la banda I Santi Francesi y Checco Zalone, es la figura del aviador del siglo pasado.
"La verdadera novedad es que hay una recuperación de una moda, también del pasado, que está en el corazón, la de los años 30 y los aviadores de los años 30, que no es un 'Top Gun', sino algo más sutil y humano", señaló Armani.
A la severidad sofisticada del estilo de la época, de hecho, siempre hay algo "un poco diferente del sólido clásico", ya sea en colores o telas. "Quería divertirme, los hombres también queremos darnos algo diferente", añadió.
Así, el nuevo look completo consta de tres piezas, con la camisa formal sustituida por la camiseta, utilizando el tejido "típicamente masculino" de las chaquetas y pantalones, con los diseños que, a su vez, dilatan los clásicos con estampados en pied de poule o Príncipe de Gales. Y los pantalones, de largo reducido, a veces casi bombachos, combinados con botas u zapatos Oxfords de suela maciza.
Y sin embargo, las chaquetas, con cremalleras inclinadas o cinturón que las abrocha a la cintura, y los nuevos twin sets, con cárdigans y chalecos de punto, alternan con abrigos largos de punto o bombers de estilo vintage.
Ni hablar de los colores, que parten del clásico gris típico de Armani para llegar a tonos violetas y geranios, "colores que recuerdan un pasado, un mundo que ya desapareció porque el color es hermoso cuando es súper sofisticado, de lo contrario no lo haríamos, ni hablar de eso", apuntó el diseñador.
Para la noche, el aviador de Empório Armani traduce el brillo metálico de los aviones en destellos de cristal, pero también en atrevidas blusas de seda con largos cuellos tipo bufanda y pantalones de lentejuelas y chaquetas de terciopelo.
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