Ese es el retrato de la primera computadora cuántica superconductora italiana, un nuevo tipo de computadora que explota las extrañas leyes del mundo cuántico para resolver problemas hasta ahora imposibles y abrir nuevas fronteras de la ciencia.
"Estamos muy orgullosos de nuestro camino iniciado hace unos años, que ha recogido el legado de una importante tradición de 50 años en el estudio de materiales superconductores y, a través de un enfoque modular, en la compra de algunos componentes, alcanzando ahora un proceso de crecimiento verdaderamente significativo", dijo Francesco Tafuri, de la Universidad Federico II de Nápoles y responsable del desarrollo de la computadora cuántica financiada en el marco del Spoke 10 "Quantum Computing" del ICSC (Centro Nacional de Investigación en Computación de Alto Rendimiento), que marca un hito importante para la comunidad científica italiana.
Con sus 24 qubits, la versión cuántica de los bits tradicionales, el nuevo ordenador representa un punto de partida avanzado para llegar en un futuro próximo a un nuevo tipo de máquinas capaces de resolver problemas actualmente imposibles y demuestra el rápido crecimiento del sector cuántico italiano.
"Hace apenas un año desarrollamos el primer procesador de 5 qubits, ahora tenemos 24 qubits y a finales de año llegaremos a los 40", resultado conseguido con una inversión de alrededor de 4 millones de euros gracias a una hábil combinación de recursos internos, habilidades y ensamblaje de elementos adquiridos externamente que "activaron una cantidad simplemente increíble de conocimientos y experiencia", añadió Tafuri.
El objetivo alcanzado ahora por los investigadores del centro de Nápoles forma parte de un plan nacional más amplio que contempla cuatro vías diferentes para el desarrollo de ordenadores cuánticos, en las universidades de Roma, Florencia y Padua, y dedicadas respectivamente al desarrollo de tecnologías basadas en el uso de fotones, átomos fríos e iones atrapados y, finalmente, Nápoles con superconductores.
Todos éxitos que son el resultado de un crecimiento de las inversiones públicas, en particular a través del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) postpandemia, porque "es esencial que Italia no se encuentre desprevenida para la llegada de esta nueva tecnología participando con un papel protagonista en su desarrollo", según afirmó Antonio Zoccoli, presidente de la Fundación ICSC.
Unas inversiones que ahora pretenden coordinarse con la elaboración de un documento de estrategia nacional, explicó Luca De Angelis, director general de nuevas tecnologías habilitadoras del Ministerio de Empresa y Made in Italy, que tendrá como objetivo invertir de forma realista y selectiva.
"Con el Ministerio de Universidad e Investigación -dijo De Angelis- estamos desarrollando una estrategia cuántica nacional, un documento que todavía no tenemos y que nos ayudará a entender hacia dónde ir". Al presentar su idea, el director ministerial utilizó 3 palabras clave: "la primera es aterrizar, es decir, saber aterrizar. Necesitamos una estrategia ambiciosa pero no irreal, porque tenemos que ser honestos sobre lo que podemos y no podemos hacer, y aquí necesitamos la ayuda de la comunidad científica".
La segunda palabra clave fue selectividad: "no tiene sentido desperdiciar donde no hay base, porque no todo se puede financiar". Y, por último, el desarrollo de negocios entendido de forma estratégica: "no necesitamos tener toda la cadena de suministro, lo demuestra también el éxito presentado hoy que utiliza algunos componentes comprados fuera. Debemos centrarnos en aquellas partes de la cadena de suministro en las que podríamos tener ventajas competitivas reales".
También llegan consejos del mundo de la industria, en particular de Subodh Kulkarni, director general de Rigetti, una de las empresas estadounidenses más conocidas especializadas en ordenadores cuánticos. "Muchos países están invirtiendo mucho en ordenadores cuánticos, incluso Francia y Alemania han destinado varios miles de millones de euros, pero esto no es una carrera de velocidad. Durante años estaremos todavía en una fase de investigación y desarrollo para identificar las mejores soluciones para lo que luego serán los primeros productos finales", afirmó Kulkarni, director de la empresa californiana fundada hace 11 años y que presentó recientemente procesadores cuánticos superconductores de 84 qubits, la versión cuántica de los bits tradicionales.
El gerente de Rigetti comentó la actual estrategia italiana que consiste en invertir en 4 proyectos diferentes, en Nápoles sobre superconductores, mientras que las universidades de Roma, Florencia y Padua se dedicarán respectivamente a fotones, átomos fríos e iones atrapados. "Es una tecnología que necesita inversiones importantes para llevarse adelante", apuntó. "El tren cuántico parte pero todavía es lento y aún no es demasiado tarde para subir a bordo", concluyó Kulkarni.
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