El número de niños nacidos en Italia gracias a técnicas de fecundación asistida desde que entró la ley en vigor equivale a la población de ciudades como Messina o Padua.
Son 217.000 los niños nacidos desde que hace 20 años, un día como hoy, entró en vigor la ley 40/2004, y el número va en aumento.
Son cifras que arroja el Registro nacional de la fecundación asistida del Instituto superior de sanidad, creado precisamente por aquella ley.
Las cifras del registro indican una realidad que pisa cada vez con más fuerza en Italia: el número de tratamientos realizados cada año se ha duplicado, al igual que las tasas de embarazos, y aumentaron notablemente también los procedimientos que utilizan embriones criopreservados.
Crece también la media de la edad de las mujeres que se someten a ciclos de fecundación asistida: pasó de los 34 años en 2005 a 37 años en 2022 (en 2019 en Europa era 35 años).
La cuota de mujeres de más de 40 años, que era del 20,7% en 2005, alcanzó el 33,9% en 2022 (en Europa en 2019 era del 21,9%).
Además, en el periodo 2005-2022 la actividad de fecundación asistida aumentó casi dos veces, pues pasó de los 63.585 tratamientos en 2005 a los 109.755 en 2022, y el porcentaje de niños nacidos vivos respecto a la población general que en 2005 era del 1,22%, en 2022 alcanzó el 4,25%.
Y otro dato: los tratamientos de fecundación asistida que prevén el uso de embriones criconservados aumentaron de los 1.338 en 2005, un 3,6% de los tratamientos, a 29.980 en 2022, un 31,1%.
La tasa de embarazo de cada 100 tratamientos realizados aumentó del 16,3% de 2005 al 32,9% de 2022.
Además, las técnicas de fecundación asistida que utilizan gametos donados aumentaron de los 246 ciclos en 2014 (0,3%) a los 15.131 ciclos en 2022 (13,8%).
"En 2004 los tratamientos de reproducción asistida no ofrecían las posibilidades de éxito que tienen hoy. La tecnología ha evolucionado mucho tanto a nivel clínico como en los laboratorios de embriología", afirma Laura Rienzi, directora científica de los centros Genera para el diagnóstico y tratamiento de infertilidad.
"La crioconservación de gametos, el test genético pro-implante en los embriones y los protocolos de estimulación hormonal personalizados son conquistas alcanzadas por los centros más avanzados en estos 20 años, permitiendo optimizar las posibilidades de éxito de la reproducción asistida", añade.
"Pero el futuro se abre a nuevos retos, como el uso de inteligencia artificial, big data o test genéticos para el estudio y la prevención de infertilidad, todas ellas fronteras que estamos explorando", apunta la experta.
Desde la Asociación Luca Coscioni, su secretaria, Filomena Gallo, dice que "seguiremos pidiendo la actuación de la justicia para eliminar las últimas prohibiciones que quedan: acceso a la reproducción asistida para solteros y parejas del mismo sexo, donación a la investigación de embriones no idóneos para el embarazo, y lucharemos por una ley de embarazo solidario para otros".
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