El cielo estrellado está amenazado por partida doble, de un lado por la contaminación lumínica y de otro por la presencia cada vez mayor de satélites en la órbita terrestre.
E Italia "va con un retraso colosal en estos temas", dice a ANSA el astrofísico Gianluca Masi, responsable científico del Virtual Telescope Project. "Ha llegado el momento de empezar a considerar este tema y, sobre todo, de actuar", subraya.
Italia es de hecho el país del G20 con la mayor contaminación luminosa junto con Corea del Sur. Lo confirma el espacio: en las imágenes sacadas por los satélites, Italia brilla de manera particular y no de forma positiva.
Se trata de un desperdicio energético notable, al cual se suman los impactos negativos en la biodiversidad y la salud de los ciudadanos.
"No conseguir ver el cielo es un síntoma que evidencia una desatención general", añade Masi.
"En Francia y en el Reino Unido han creado desde hace tiempo "parques de estrellas", porque comprendieron la importancia de defender la posibilidad de gozar del cielo nocturno: el cielo estrellado es un bien de todos", afirma el astrofísico.
Se trata de un bien amenazado también desde lo alto.
De hecho, los satélites Starlink, la mega constelación de SpaceX para Internet global, superaron la cifra de 5.100 después del primer lanzamiento de 2024 y el objetivo de Elon Musk es llegar a los cerca de 40.000 satélites, a los que se sumarán pronto nuevas constelaciones como OneWeb y Kuiper de Amazon.
Los satélites reflejan la luz del Sol, sobre todo después del crepúsculo y antes del alba, y con una intensidad mayor cuanto más alta es su órbita.
Así que cada vez que entran en el campo de observación de un telescopio dejan estelas luminosas blancas que estropean de forma irremediable las imágenes y los datos recogidos.
Se estima que el 2,7% de todas las imágenes recogidas por Hubble en los últimos 20 años están surcadas por rayas como estas y el porcentaje está en aumento constante.
Este es el motivo por el que astrónomos y aficionados se están movilizando con motivo de la 32 edición del Día nacional de la contaminación lumínica, que se celebra este 16 de febrero coincidiendo con el Día nacional del ahorro energético y de los estilos de vida sostenibles.
La iniciativa fue organizada por la Unión astrónomos aficionados italianos, con la colaboración de la Asociación de los planetarios italianos y la participación del Instituto nacional de astrofísica.
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