Es lo último llegado de la generación de los robot-planta, nacido gracias a la investigación del grupo de Barbara Mazzolai, del Instituto italiano de tecnología (IIT) de Génova.
Publicado en la revista Science Robotis, FiloBot fue puesto a punto por el mismo equipo de investigación y realizado en el ámbito del proyecto europeo GrowBot, coordinado por Mazzolai.
Entre sus posibles aplicaciones se encuentran el monitoreo medioambiental, por ejemplo, con la medida de la contaminación en áreas peligrosas y la exploración de ambientes naturales complicados de acceder y desconocidos, en los que es difícil prever un recorrido exacto.
Las plantas "se mueven continuamente de manera específica, eficaz y eficiente, pero a una escala temporal que no es fácilmente perceptible por el ser humano", comentó Mazzolai, directora asociada de Robótica en el IIT, y Emanuela Del Dottore, primera autora del estudio.
"Para desplazarse de un punto a otro, las plantas tienen que crecer y adaptar continuamente su propio cuerpo a las condiciones ambientales externas", agregaron las dos investigadoras.
La idea del robot enredadera nació observando las plantas, que se mueven gracias a la división celular y al alargamiento a las extremidades de los brotes y las raíces.
También FiloBot crece desde una de las extremidades, gracias a un hilo de termoplástica que gira alrededor del eje de su cuerpo, adaptando su forma al medio ambiente basándose en inputs que recibe de sus sensores.
Gracias a estos últimos, el robot percibe la fuerza de la gravedad y analiza las características de la luz, determinando así la dirección en la cual crecer.
Por este motivo, el FiloBot no se desarrolla nunca del mismo modo, sino que cada vez asume una configuración distinta según los estímulos que recibe del ambiente.
Esta es también una demostración de la gran capacidad de adaptación que tiene este robot, que puede así moverse en ambientes diversos, reduciendo al mínimo los costes de construcción para reducidos consumos de energía y de material.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA