Entre 2013 y 2021 se marchó un 42% más
(ANSA) - MILAN, por Elisa Buson - La copiosa hemorragia de jóvenes talentos en Italia continúa sin freno: desde 2013 a 2021 los graduados que abandonaron nuestro país aumentaron a casi el 42%. Los jóvenes investigadores italianos ocupan el segundo puesto entre los más premiados por el Consejo Europeo para la Investigación (ERC) y ejecutan sus proyectos sobre todo en el exterior, donde migran en busca de salarios más altos y mayor meritocracia.
Una instantánea de la situación la ofrece el nuevo Libro Blanco sobre Ciencias de la Vida en Italia, presentado en Milán por The European House - Ambrosetti en el curso de la 9na. edición de Technology Life Sciences Forum 2023. En la cita participaron la ministra de Universidad e Investigación, Anna Maria Bernini, que para aumentar el atractivo y la competitividad de nuestro país apunta a una mayor continuidad del financiamiento a la investigación, infraestructuras estratégicas y, principalmente, una mayor simplificación de la burocracia.
La fuga de estudiosos hacia el exterior penaliza el ecosistema de la innovación, como en el caso del sector de las Ciencia de la Vida: si bien Italia está en octavo lugar por su competitividad en Europa (detrás de Dinamarca, Alemania, Bélgica, Suecia, Francia, Países Bajos y España), primera en citas de publicaciones científicas, cuarta por el número de patentes y tercera por exportación, está solo en el lugar 12 por capital humano calificado y 15 por la vitalidad de las empresas. Y lo que confirma la urgencia de mantener los jóvenes talentos son también los recientes reconocimientos de los ERC Starting Grant, los fondos asignados a los jóvenes investigadores por el Consejo Europeo de Investigación. Con 57 "grant" (concesiones) en 2023 los estudiosos italianos ocupan el segundo lugar entre los más premiados en la UE, detrás de los alemanes.
No obstante, Italia es el único entre los grandes países en tener un saldo neto negativo (-25 en 2023) entre "grant" obtenidos por país y los obtenidos por nacionalidad del responsable del proyecto: un dato en continuidad con lo observado en 2022, que remarca la dificultad en mantener a los mejores "cerebros" dentro de los confines nacionales. Para comprender la razones de esta fuga, la Community Life Sciences de The European House - Ambrosetti llevó a cabo un estudio cognoscitivo con protagonistas los investigadores italianos ganadores de "grant ERC" en el área de las Ciencias de la Vida en los últimos cinco años, tanto los que se trasladaron al exterior como los que permanecieron en Italia.
De los resultados de este estudio surge que el 86% de aquellos que se quedaron en Italia lamenta los salarios bajos y poco competitivos con el exterior, el 80% por falta de meritocracia. En el exterior, en cambio, los ecosistemas internacionales resultan atractivos, sobre todo por la presencia de fondos (84%) y por la alta calidad de la investigación científica (72%), flanqueada por la facilidad de acceso y progreso en la carrera académica (56%). Los investigadores italianos en el exterior se dijeron satisfechos por su propia elección y 8 de cada 10 consideran improbable su regreso a Italia.
Y para quien permanece en el país, en vez, la elección está ligada principalmente a motivos personales o familiares (86%). Emblemático el hecho de que el 43% de los estudiosos se quedaron en Italia, pudiendo volver atrás, probaría una carrera en el exterior. Los resultados muestran, finalmente, una sustancial desconfianza de los investigadores que se quedaron en Italia en relación con el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR): el 76% no considera las reformas como suficientes para relanzar el ecosistema. (ANSA).