El hecho agrava aún más la situación general de los glaciares en todos los continentes que, según una reciente investigación de la empresa británica Earthwave y la Universidad de Edimburgo publicada en la revista Geophysical Research Letters, se redujeron a causa del cambio climático un 2% en diez años.
La particularidad del Perito Moreno, que forma parte del Parque Nacional Los Glaciares de la provincia de Santa Cruz, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, es que hasta hace unos años no solo no se achicó, sino que logró aumentar su espectacular frente.
Destino obligado de los turistas que visitan Argentina, la fama del Perito Moreno se debe también a la especificidad de ser un glaciar en movimiento, ya que entre su fondo marino y la base existe un colchón de agua que permite un insólito avance rápido.
Pero ahora esta progresión, que en el pasado provocó un fenómeno de explosiones espectaculares de una pared de hielo que se formó con el tiempo y obstruyó dos brazos (Rico y Canal de los Témpanos) del Lago Argentino, parece haber terminado definitivamente, y de hecho se revirtió.
En una fase inicial, un grupo de académicos llegó a esta conclusión comparando imágenes satelitales de diferentes épocas: Corona y KH9 (década de 1970, Landsat y Aster (1980-2010), radar Sentinel (2015) y Google Earth y Planet para el pasado reciente y actual.
La confirmación la dio un equipo del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), liderado por Lucas Ruiz y de regreso de una exploración a pie de varios días de más de 100 kilómetros del Perito Moreno, que tiene una longitud de 30 kilómetros y cubre un área de 250 kilómetros cuadrados.
Ruiz dijo a los medios que "hemos constatado que la mayor pérdida de masa del Perito Moreno se ha producido en su frente amplio, con un fuerte incremento en los últimos dos años de la producción de témpanos que caen al Lago Argentino, pero también en sus bandas laterales".
Respecto a la estimación provisional de un retroceso de más de 300 metros por año en 2021 y 2022, el experto dijo que "este fenómeno es ciertamente importante, pero no más grave que lo ocurrido entre 2008 y 2012 en el glaciar Upsala que se contrajo una media de un kilómetro al año".
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