"Obesidad de género", congreso en Nápoles

Nuevos estudios. Ellos están en problemas, comen más lípidos y sal

Una nueva tendencia en los estudios de obesidad, diferenciar género. Conclusiones del Congreso de Nápoles (foto: ANSA)
Una nueva tendencia en los estudios de obesidad, diferenciar género. Conclusiones del Congreso de Nápoles (foto: ANSA)

(ANSA) - NAPOLES - Los hombres corren un mayor riesgo de engordar de modo nada saludable, como lo determinan estudios sobre la llamada "obesidad de género", presentados por expertos en el primer Congreso Nacional dedicado a "Endocrinología de Género" y desarrollado en Nápoles.
    En la mesa, las diferencias de género en la elección de alimentos pueden deberse en gran medida al efecto de las hormonas sexuales, independientemente del lugar donde vivamos y factores culturales, que también afectan la obesidad, que disminuye según el género.
    Así lo destacaron los especialistas que participaron la cita promovida y organizada por la Sociedad Italiana de Endocrinología (SIE) y recién concluida en Nápoles. Allí, entre los temas centrales emergió la nutrición de género, identificando así un "género obesidad" donde los hombres corren más riesgo. Y eso significa ahora un replanteo también con respecto a los diferentes usos de drogas.
    Según los resultados de una revisión, actualmente en proceso de publicación, realizada por el Departamento de Endocrinología de la Universidad Federico II de Nápoles sobre 43 estudios de los últimos 10 años, las preferencias alimentarias dependen del sexo biológico y la edad.
    Las mujeres tienden a comer más carbohidratos, frutas y verduras y menos grasas que los hombres, que tienden a comer más alimentos ricos en grasas y sal.
    La revisión del grupo de investigación la universidad Federico II de Nápoles, explica Annamaria Colao, presidenta de la SIE y profesora de Endocrinología de esa casa de estudios, "sugiere que los estrógenos actúan sobre los núcleos hipotalámicos, que supervisan el control del hambre y la saciedad, activando el sistema que estimula el apetito e induce en las mujeres el deseo por alimentos ricos en carbohidratos, mientras que los hombres son más proclives a ingerir alimentos ricos en grasas (lípidos)".
    "Y eso es debido a que la testosterona activa otro sistema que es el de la dopamina, un neurotransmisor cerebral que genera una mayor sensación de fuerza y ;;agresividad", detalló la especialista.
    Colao explicó que es lógico esperar tantas diferencias de género significativas en los mecanismos de acción, eficacia y efectos secundarios de los medicamentos contra la obesidad, pues "hay fuertes indicios de que estos medicamentos no tienen el mismo efecto en hombres y mujeres". (ANSA).