Así lo informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Estimaciones de los CDC indicaron que entre todos los niños de 8 años de Estados Unidos, 1 de cada 36 tenía autismo en 2020.
Es una cifra muy superior respecto a 1 de cada 44 dos años antes.
Pero la tasa, destacan los expertos, aumentó más rápido para los niños de color que para los menores blancos.
Las nuevas estimaciones sugieren que alrededor del 3% de los niños negros, hispanos y asiáticos, o isleños del Pacífico, tienen un diagnóstico de autismo, en comparación con alrededor del 2% de los niños blancos.
Los datos marcan un contraste con el pasado, cuando el autismo se diagnosticaba con mayor frecuencia en niños blancos, generalmente en familias de ingresos medios o altos, con los medios necesarios para ir a especialistas en autismo.
En 2010, por ejemplo, se consideraba que los niños blancos tenían un 30% más de probabilidades de ser diagnosticados con autismo que los niños negros y un 50% más de probabilidades que los menores de edad hispanos.
Los expertos atribuyeron el cambio a la mejora de los servicios de detección y autismo para todos los niños.
A pesar de las mejoras a la hora de detectar problemas, no está claro que los niños negros e hispanos con autismo estén siendo ayudados tanto como sus homólogos blancos.
Un estudio publicado en enero encontró que los niños negros e hispanos tenían menos acceso a los servicios de autismo que los niños blancos durante el año académico 2017-2018.
El autismo es una discapacidad del desarrollo causada por diferencias en el cerebro. Hay muchos síntomas posibles, algunos de los cuales se superponen con otros diagnósticos.
Pueden incluir retrasos en el lenguaje y el aprendizaje, abstinencia social y emocional, y una necesidad inusual de rutina.
Los científicos creen que la genética puede desempeñar un papel, pero no hay una razón biológica conocida por la que sea más común en un grupo racial o étnico que en otro.
Durante décadas, el diagnóstico se dio solo a niños con problemas graves para comunicarse o socializar y a aquellos con comportamientos inusuales y repetitivos. Pero hace unos 30 años, el término se convirtió en la abreviatura de un grupo de condiciones más leves, conocidas como "trastornos del espectro del autismo".
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