(ANSA) - ROMA 16 MAR - Las marcas están asumiendo un papel
central a la hora de diseñar la identidad de las metrópolis y de
convertirlas en lugares más accesibles, seguros y sostenibles.
Este es el concepto del "Brand Urbanism", que se traduce
como el compromiso por parte de las marcas de todos los sectores
a favor del territorio que las acoge.
Se generan de esta forma nuevos espacios, permeados por las
marcas, pero a servicio de la comunidad.
A menudo son espacios dotados de una propia identidad
específica que evoca la presencia de una marca patrón, que no
obstante no resulta predominante o invasiva, según un estudio de
FutureBrand.
"La vida en las ciudades está cambiando y con ella también
el papel de las marcas. Según la ONU, antes de 2050 el 75% de la
población mundial vivirá en las grandes áreas urbanas, con un
crecimiento anual de 60 millones de habitantes".
Las ciudades, "están mutando, están asumiendo identidades
variadas y experimentado una gran variedad de nuevas prácticas
desde el sector inmobiliario a la restauración, del mercado
laboral al tiempo libre", afirma Francisco Buschi (Head of
Strategy de FutureBrand).
"El número de proyectos de Brand Urbanism está en
crecimiento no solo en el extranjero sino también en Italia,
como demuestra el nuevo papel asumido por las marcas en relación
con la sociedad", añade.
En la última década ha habido importantes intervenciones
promovidas por grandes marcas para transformar algunas áreas de
las metrópolis en todo el mundo.
"Las marcas se vuelven promotoras activas de estas
transformaciones, vistiendo espacios, pero también inspirando su
funcionalidad. Cambia el paradigma: los barrios no están
divididos por censo o clase social, sino por actitudes o
intereses. Nacen los barrios de la moda, del diseño y los
alternativos indie", afirma Buschi.
Las marcas, señala, "eligen o modifican sus espacios según
su locación para expresar mejor sus vocaciones".
A los lugares icónicos como Time Square en Nueva York o
Picadilly Circus en Londres, se añaden proyectos capaces de
revitalizar áreas a menudo olvidadas.
Uno de los ejemplos interesantes en Italia es Milán, donde
la Fundación Prada adquirió y reestructuró un ex distrito
industrial, transformándolo en un espacio expositivo de arte
contemporáneo y cultura.
La nueva sede, inaugurada en 2015, atrae a turistas y ha
dado vida a esa área contribuyendo a mejorar la imagen de la
ciudad y la calidad de la vida del barrio. (ANSA).
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