Lo dijo Rino Agostiniani, tesorero de la Sociedad italiana de pediatría (SIP), para quien la actualización del modelo nutricional realizado por la OMS representa también una ocasión para relanzar la dieta mediterránea.
"Son bienvenidos los consejos de la OMS contra la publicidad a niños de alimentos malsanos y todo aquello que se haga para mejorar la atención sobre la sana alimentación y sobre los correctos estilos de vida y tutela de la salud también futura de los niños", dijo.
Agostiniani señaló que "por desgracia, durante la pandemia, en muchos casos empeoró la calidad de la alimentación con un mayor consumo de bebidas azucaradas, de snack y de elevado aporte energético, de alimentos ricos en grasas y azúcares, y disminuyó la actividad física y aumentó el tiempo pasado delante de las pantallas".
Y, añadió, "no hay que olvidar que los niños y los adolescentes son bombardeados, también en las redes sociales, por publicidad de comida malsana que induce a comportamientos no saludables".
Esta actualización de la OMS es por tanto "una óptima ocasión para recordar las buenas reglas de una correcta alimentación, que son las de la dieta mediterránea: un modelo alimentario rico en alimentos de origen vegetal (verduras, frutas, cereales integrales, legumbres) caracterizado por el uso de aceite de oliva como principal fuente de grasas añadidas y de un consumo moderado de pescado, huevos y pollo, junto a un reducido consumo de carne roja".
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