No es casualidad que la región del Véneto, en el noroeste del país, haya sido elegida para albergar la comisión económica mixta y un foro entre empresarios: se trata de un "territorio con una fuerte vocación industrial y orientado a la exportación", desde donde, entre otras cosas, comenzó a construirse el apasionante viaje de Marco Polo, un puente entre Oriente y Occidente, recordó el jefe de la Farnesina (cancillería italiana).
La nueva fase de la colaboración bilateral comienza idealmente con el explorador veneciano, a quien estuvo dedicado el primer evento de los dos días en Italia de la delegación china (700 años después de su muerte).
En la Universidad Ca' Foscari, Tajani subrayó "la solidez de las relaciones históricas y culturales entre Italia y China", que, con el tiempo, se han convertido también en una fructífera relación económica, las cuales culminaron con la firma de un acuerdo de asociación estratégica en 2004.
Roma trabaja ahora para que Pekín "siga siendo nuestro principal socio comercial en Asia", en una fase en la que "las exportaciones siguen creciendo".
El diálogo y los intercambios Roma-Pekín ya no se llevarán a cabo a través de los canales de la Franja y la Ruta, porque en diciembre pasado el Ejecutivo de Meloni no renovó el memorando firmado por el primer gobierno de Giuseppe Conte en 2019.
Una decisión estratégica para superar la anomalía de un vínculo tan estructurado con Pekín, único caso en el G7, frente a unos beneficios económicos inferiores a los esperados.
"No se trata de un acto de hostilidad" hacia China, reiteró Tajani en Verona, y añadió que "la asociación estratégica es la mejor manera de colaborar".
Y para dar sustancia a este nuevo modo de intercambio, el Ministro de Asuntos Exteriores reunió a la Comisión Económica Mixta (la primera cita política de alto nivel tras su visita a China el pasado mes de septiembre), a la que seguirá mañana un foro empresarial: oportunidades de debate sobre sectores como la agroindustria, el comercio electrónico, las inversiones, el farmacéutico y el biomédico.
Los datos comerciales en 2023 muestran un aumento de las exportaciones italianas (+16,8%) en comparación con una disminución de las importaciones, con un déficit comercial que comenzó a reducirse en comparación con el año anterior.
La Farnesina, que coordina la acción del Sistema italiano, considera a China como un gran mercado de salida con un potencial aún no expresado en diversos sectores, especialmente en beneficio de las PYME.
Y el objetivo es también reforzar la dimensión de las inversiones mutuas, que, sin embargo, deben ser funcionales "al crecimiento de nuestra economía" y no orientadas a "comprar y quitar para empobrecer nuestros activos empresariales", aclaró Tajani.
Recordando también la línea roja respecto a los activos estratégicos, por obvias razones de seguridad nacional.
El viceprimer ministro calificó de "positivo" el primer día de trabajo en Verona, anunciando que las dos partes decidieron convocar cada año una sesión de la comisión económica, y una reunión de las pymes a nivel técnico cada seis meses, para fomentar la internacionalización.
Además, se le pidió a Pekín, entre otras cosas, que facilitara aún más el acceso de las empresas italianas a las licitaciones públicas en China Al referirse a las oportunidades en el sector turístico, Tajani citó como ejemplo los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.
Para el canciller italiano, "sería útil aumentar el número de vuelos" desde China, y, en este sentido, los dos Gobiernos alientan la creación de una conexión directa Venecia-Shanghai.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA