Una fotografía parcial, que habla de una evolución de las finanzas públicas no muy alejada de la de hace seis meses. Y que pospone hasta después del verano los objetivos programáticos, es decir, aquellos que indican la dirección de la próxima ley presupuestaria. Se trata del documento económico y financiero en la versión ligera "acordada" con Bruselas para este año de transición del lanzamiento de las nuevas normas del Pacto de Estabilidad de la UE.
Contiene cifras "realistas", en las que destaca el "fuerte" impacto del Superbonus, resaltó el gobierno italiano.
Lo que no descarta un mayor ajuste del ex 110% y promete nuevos recortes del gasto. De cara a una maniobra de 2025 que parte de la prioridad de confirmar el recorte de las cargas sociales.
El Documento de Economía y Finanza (DEF) "seco" aprobado por el Consejo de Ministros este año contiene solo las previsiones de tendencia, es decir, la legislación vigente, y no el marco programático. Un modelo que, como dice la UE, otros países europeos también están evaluando.
La mayoría lo defiende, la oposición advierte que los ciudadanos pagarán. La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) lo define como una "caja cerrada" y pide garantías sobre el recorte de las cargas sociales.
Las previsiones casi coinciden con las del Nadef de finales de septiembre. El PIB se revisa ligeramente a la baja (+1% este año y +1,2% el próximo), pero todavía a un nivel más alto que las estimaciones de otros institutos que ahora se mueven en un rango de +0,6/+0,8%. El déficit se mantiene en el 4,3% este año, antes de pasar al 3,7% en 2025 y al 3% en 2026.
La deuda, en cambio, invierte su trayectoria respecto a la senda descendente prevista en otoño: de aquí a 2027 se mantendrá por debajo del 140%, pero irá aumentando progresivamente desde el 137,8% este año hasta el 139,8% en 2026 (el descenso se aplaza a 2027).
Si las estimaciones de crecimiento a la baja son el reflejo de un marco internacional y geopolítico "complicado", la evolución de la deuda está "fuertemente condicionada por el impacto en caja del superbonus en los próximos años", explicó el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti.
Lo que en cualquier caso confirma la resiliencia de la economía italiana, con un empleo que sigue funcionando bien y una inflación tan baja que justifica una "flexibilización" de las tasas del BCE.
Giorgetti estaba esperando los últimos datos sobre el superbonus para cerrar la DEF. Al llegar el lunes a su mesa procedente de la Agencia Tributaria, actualizaron la cuenta de crédito relativa a las bonificaciones de construcción a 219 mil millones.
Una "enorme masa", con un "impacto devastador", afirmó.
Para Bruselas, sin embargo, no es necesario hacer "grandes dramas": el peso del superbonus fue "limitado en el tiempo", observó un alto funcionario europeo, y ahora es el momento de trabajar para "poner las cuentas en orden".
Pero el "desastre de los superbonus" persigue a Giorgetti, que espera la decisión de Eurostat sobre cómo clasificar los créditos como "un jugador que espera el VAR" y no descarta nuevas intervenciones en el decreto que está examinando el Parlamento. Y si "trazamos una línea" sobre el 110%, la actividad de control y verificación de créditos continuará -aseguró- que ya provocó "alrededor de 16 mil millones en créditos cancelados y embargados".
Con el peso del superbonus "complicando el panorama", el Tesoro ya está pensando en nuevos "recortes del gasto" para llegar a fin de mes. Pero el alcance de los ahorros que se obtendrán será más claro en los próximos meses. Es decir, después de que Bruselas haya dado las "instrucciones" sobre la nueva gobernanza de la UE: solo entonces "tendremos el marco y también sabremos dónde ir para recortar el gasto y encontrar los recursos", explicó Giorgetti.
Objetivos que en ese momento conformarán el programa fiscal estructural, es decir, el nuevo DEF, que se enviará a Bruselas antes del 20 de septiembre. Giorgetti pretende "presentarlo aún antes, cuando todos los elementos estén disponibles".
La próxima maniobra, mientras tanto, parte de un punto fijo: la "prioridad" es confirmar el recorte de las cargas sociales también en 2025. Pero a finales de año expirará también el impuesto de tres tipos del Irpef: "ya hay una reserva", dijo el viceministro Maurizio Leo, que cuenta con la ayuda que podría llegar del acuerdo a dos años con los acreedores.
Y si, en el frente de las privatizaciones, se confirma el plan "realista" de 20.000 millones del Nadef, Giorgetti abrió la posibilidad de vender bienes públicos. Estamos "trabajando en ello", afirmó, aunque -señaló-, gran parte de los activos que "generaban ingresos ya fueron enajenados".
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