Por Stefano Intreccialagli
(ANSA) - ROMA, 13 MAG - La mezquita de Kariye en Estambul,
antes la iglesia ortodoxa de San Salvador en Chora y tesoro del
patrimonio bizantino, se convierte en eje de discordia entre el
presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el primer ministro
griego Kyriakos Mitsotakis, que hoy llegó a Ankara para
confirmar la temporada de buena vecindad entre los dos países
después de décadas de tensiones.
Las divergencias sobre la mezquita se reavivaron en los
últimos días, después de que el 6 de mayo pasado San Salvador en
Chora, una iglesia que data del siglo V y uno de los ejemplos
más importantes de la arquitectura bizantina de Estambul, fuera
reabierta después de cuatro años de trabajos de restauración.
Convertida en mezquita medio siglo después de la conquista
de Constantinopla por parte de los turcos otomanos en 1453,
Chora fue transformada en un museo después de la Primera Guerra
Mundial, cuando Turquía creó una república laica a partir de las
cenizas del Imperio Otomano.
Pero en 2020 volvió a convertirse en mezquita por impulso de
Erdogan, poco después de la decisión del presidente de
reconvertir también a Santa Sofía, que al igual que Chora había
sido transformada en museo.
La reapertura generó descontento en Atenas, y Mitsotaki
calificó la conversión de la iglesia como "un mensaje negativo"
y prometió en la víspera de su viaje a Ankara pedir a Erdogan
que reviera su decisión, un pedido que fue rechazado hoy.
"La mezquita de Kariye en su nueva identidad sigue abierta
para todos", confirmó Erdogan en conferencia de prensa junto a
Mitsotakis. "Como le dije al primer ministro griego, hemos
abierto nuestra mezquita para el culto y las visitas después de
un cuidadoso trabajo de restauración, de acuerdo con la decisión
que tomamos en 2020", enfatizó.
"He discutido con Erdogan sobre la conversión de la iglesia
de San Salvador en Chora y le he expresado mi insatisfacción",
indicó en respuesta el líder griego, añadiendo que este "tesoro
cultural" debe "seguir siendo accesible para todos los
visitantes".
Por lo tanto, nada cambió en el intento de Atenas de
reescribir el destino del lugar de culto. Pero a pesar de las
divergencias al respecto, la visita de Mitsotakis a Ankara marca
un nuevo paso en el camino de normalización emprendido por los
dos países, opuestos en la cuestión chipriota y rivales en el
Mediterráneo oriental.
En diciembre, ambos líderes firmaron una declaración de
"buena vecindad" para sellar una fase de calma en las relaciones
que comenzó después del terremoto que mató a más de 50.000
personas en el sureste de Turquía a principios de 2023.
"Hoy hemos demostrado que junto a nuestras discrepancias
podemos escribir una página paralela sobre lo que estamos de
acuerdo", subrayó Mitsotakis junto a Erdogan, confirmando la
voluntad de "intensificar los contactos bilaterales". Porque "el
presente no debe quedar atrapado en el pasado". (ANSA).