(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 13 MAG - El Papa Francisco
recibió en audiencia a unos 200 profesores y estudiantes de la
Escuela Vaticana de Paleografía, Diplomática y Archivística y de
la Escuela Vaticana de Bibliotecología con motivo del 140
aniversario de la primera y el 90 de la segunda, invitándolos a
"defender todos de lo tóxico, insalubre y violento que puede
anidar en el mundo de las redes sociales y el conocimiento
tecnológico".
Al valorar la labor educativa de estas Escuelas, que
requiere compromiso y actualización continua, el Papa agradeció
lo realizado, pero también instó a mirar siempre hacia adelante,
sin dejar de estar satisfechos con los resultados obtenidos,
pero dispuestos a asumir desafíos culturales decisivos a los que
nos enfrenta nuestra era.
"Pienso en las grandes cuestiones vinculadas a la
globalización, el riesgo de nivelación y devaluación del
conocimiento. Pienso en la relación cada vez más compleja con
las tecnologías; en reflexiones sobre las tradiciones culturales
que deben ser cultivadas y propuestas sin imposiciones mutuas.
Pienso en la necesidad de incluir y nunca excluir a nadie de las
fuentes de conocimiento y, al mismo tiempo, defender a todos de
lo tóxico, insalubre y violento que puede acechar en el mundo de
las redes sociales y del conocimiento tecnológico", afirmó, para
citar a algunos de esos desafíos.
Francisco continuó subrayando cuáles son las principales
características que se exigen a quienes trabajan en estas
escuelas: "Una gran apertura al debate y al diálogo, una buena
disposición a acoger, especialmente a los que se encuentran en
la marginalidad y en la pobreza material, cultural y
espiritual".
En estos años caracterizados por profundas reformas, las
escuelas han sabido atender "las necesidades de los lugares de
conservación del conocimiento", crecer y sobre todo evitar la
autorreferencialidad: "Qué feo! Como decimos en Argentina: 'yo,
me, mi, conmigo, para mi', yo, yo, conmigo, siempre para mí,
esto es malo!".
A partir de aquí, indica el Papa, puede comenzar el
verdadero relanzamiento: "Tener el coraje de repensarse ante las
peticiones que vienen del mundo cultural y profesional".
Finalmente, recordando los orígenes de estas Escuelas
Vaticanas, el Pontífice destacó su "enfoque eminentemente
práctico y su enfoque concreto de los problemas y de los
estudios".
Es una línea que Francisco valora porque está ligada a la
comparación con la realidad y no a la ideología, porque "las
ideologías siempre matan".
"Aquí enseñamos y aprendemos a ser archiveros y
bibliotecarios a través del contacto, no sólo con los estudios,
sino también con la experiencia de vida de quienes ejercen esta
profesión. Se les concede - concluyó - el privilegio de formarse
aprovechando directamente el patrimonio centenario que el
Archivo y la Biblioteca tienen la tarea y la responsabilidad de
salvaguardar y transmitir a las generaciones presentes y
futuras". (ANSA).