(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 11 MAG - "En un mundo
desgarrado por divisiones y conflictos, el Evangelio de Cristo
es la voz suave y fuerte que llama a los hombres al encuentro, a
reconocerse como hermanos", dijo hoy el Papa Francisco al
recibir a los participantes del Encuentro Mundial sobre la
Fraternidad Humana.
"Debemos poner a la fraternidad en el centro de la vida de
los pueblos. Solo así podremos desarrollar un modelo de
convivencia capaz de dar un futuro a la familia humana", agregó.
El Pontífice subrayó que "la paz política necesita la paz de
los corazones, para que los hombres puedan encontrarse en
confianza, la vida vence siempre a toda forma de muerte".
En la audiencia con los participantes en el Encuentro sobre
la Fraternidad Humana, Francisco agradeció en particular a los
premios Nobel presentes. "Los insto a seguir adelante, a hacer
crecer esta espiritualidad de fraternidad y a promover, con su
acción diplomática, el papel de los organismos multilaterales".
A la Fundación Fratelli Tutti, organizadora del encuentro,
el Papa la invitó a continuar el diálogo entre diferentes
culturas para desarrollar y presentar "algunas propuestas,
centradas en la dignidad de la persona humana, para construir
buenas políticas, basadas en el principio de fraternidad".
De ese trabajo "puede nacer una 'Carta de lo humano', que
incluya, junto con los derechos, también los comportamientos y
las razones prácticas que nos hacen más humanos en la vida",
afirmó el Papa.
"Y los invito a no desanimarse, porque el diálogo
perseverante y valiente no es noticia como los enfrentamientos y
los conflictos, pero ayuda discretamente al mundo a vivir mejor,
mucho más de lo que podemos imaginar".
El Pontífice destacó que "en un planeta en llamas, se han
reunido con la intención de reiterar su 'no' a la guerra y el
'sí' a la paz, dando testimonio de la humanidad que nos une y
nos hace reconocer hermanos, en el don mutuo de nuestras
respectivas diferencias culturales. "dijo el Papa Francisco.
"A este respecto, me vienen a la mente las palabras de un
célebre discurso de Martin Luther King - prosiguió el Pontífice
- cuando dijo: 'Hemos aprendido a volar como los pájaros, a
nadar como los peces, pero todavía no hemos aprendido el simple
arte de vivir juntos como hermanos'. Y es verdad", concluyó.
(ANSA).