(ANSA) - ROMA, 11 MAG - Si algo caracteriza al serbio Novak
Djokovic, además del talento que le permite seguir siendo el
número uno del mundo a los 36 años, es su sentido del humor tan
característico.
Pero no deja de sorprender cómo es capaz de convertir lo que
pudo ser un episodio grave en un motivo de risa, tras la
preocupación que generó el botellazo accidental que recibió en
la cabeza mientras repartía autógrafos luego de derrotar al
francés Corentin Moutet en su estreno en el Masters 1000 de
Roma.
La imagen de Djokovic arrodillado y asistido antes de ser
trasladado a la enfermería del Foro Itálico para ser atendido,
encendió las alarmas que él mismo se encargó de desactivar con
mensaje tranquilizador en las redes sociales en el que momentos
después afirmaba que todo estaba bien.
Pasado el susto, que sin dudas le debe haber puesto los pelos de
punta a los organizadores del torneo, "Nole" volvió a escena hoy
para entrenarse pasado el mediodía pensando ya en el próximo
duelo frente al chileno Alejandro Tabilo, que jugará el domingo.
Como "recuerdo" del incidente, el serbio se llevó un pequeño
corte en el cuero cabelludo que no requirió de sutura y dejó una
imagen que merece el aplauso como cuando logra uno de esos
puntos en cancha que parecen imposibles.
Para matizar, Djokovic volvió a repartir autógrafos entre los
aficionados que se hicieron presentes para verlo en acción y
cotejar que todo estaba bien, pero por si acaso lucía un casco
protector similar al que utilizan los ciclistas.
De paso aseguró que pasó una noche tranquila, declaración que
también generó tranquilidad entre sus fanáticos y en los propios
organizadores del torneo que conquistó en seis ocasiones.
(ANSA).