(ANSA) - NUEVA YORK 7 MAY - "El objetivo del multilateralismo
representa el pilar fundamental de nuestra política exterior y
alojamos con orgullo las oficinas y estructuras de las Naciones
Unidas en nuestro territorio, de Turín a Roma, de Florencia a
Trieste y a Brindisi", dijo hoy en el presidente Sergio
Mattarella, en la asamblea de la ONU.
El mandatario dio un largo discurso, en el cual repasó las
principales crisis internacionales y explicó la línea de
política exterior del gobierno italiano.
Lo hizo con una premisa enteramente dedicada a la locura de
las amenazas nucleares de las que el presidente ruso, Vladimir
Putin, hace alarde ante el mundo en los últimos días.
"Los dos conflictos en Ucrania y Gaza también sacaron a la
superficie - explicó- las siniestras amenazas de recurrir a las
armas nucleares. El marco del pacto para el control de los
arsenales nucleares es un patrimonio común de todos los Estados.
Violarlo, incluso con simples amenazas, significa poner en
riesgo los destinos de pueblos que la comunidad internacional no
puede dejar sin consecuencias".
En ese sentido, dio un apoyo total a Ucrania, aunque la
búsqueda de una solución pacífica es uno de los compromisos
prioritarios de Italia.
Sin embargo, no se trata de ir hacia "cualquier solución o,
menos aún, una solución que recompense al agresor y mortifique
al atacado. No es una cuestión que dar vida a cualquier
composición".
El discurso del jefe de Estado italiano, asimismo, encontró
plena sintonía con los análisis del secretario general de la
ONU, Antonio Guterres.
Sobre el conflicto palestino-israelí, Mattarella sostuvo que
"las operaciones militares en Rafah deben evitarse debido a las
dramáticas consecuencias que podrían tener sobre los civiles
palestinos".
"Necesitamos reanudar la financiación de la UNRWA, la
agencia que ha proporcionado asistencia básica a los refugiados
palestinos durante más de 70 años", dijo.
"Es necesario entonces considerar la función esencial
desempeñada por la Agencia de las Naciones Unidas para el
socorro y el empleo de los refugiados palestinos en Medio
Oriente y, en consecuencia, la importancia de seguir
financiándola", insistió en su discurso.
Por parte del gobierno, el viceministro de Asuntos
Exteriores, Edmondo Cirielli, que acompañó al presidente en
Nueva York, explicó que habrá una recuperación, pero no como
antes del ataque de Hamás del 7 de octubre: Italia ha decidido
"reabrir la línea de financiación a la UNRWA, pero para
proyectos específicos".
En ese sentido, puntualizó en el hecho de que los proyectos
serán evaluados "por su impacto a favor de la población y de la
seguridad, para que no haya más mezclas con organizaciones
terroristas".
Hace unos días, la exministra francesa de Asuntos
Exteriores, Catherine Colonna, presentó las conclusiones de su
informe a la ONU para analizar la "neutralidad" de la UNRWA,
explicando que, por el momento, Israel aún no habría aportado
pruebas de la infiltración de Hamás en esa organización.
A continuación, el presidente confirmó el apoyo
inquebrantable de su país a Naciones Unidas, al sostener que "el
multilateralismo es el pilar fundamental de la política exterior
italiana".
Inevitablemente, igualmente fuerte es el apoyo que el
presidente aporta a la propuesta de reforma del Consejo de
Seguridad.
"El objetivo de inclusión está en la base de la propuesta
de Italia y de los países reunidos en la sigla 'Uniting for
Consensus' para la reforma y una mayor representatividad del
Consejo de Seguridad, cuyo objetivo principal es dar espacio a
regiones insuficientemente representadas, como µfrica, Asia y
América Latina, para remediar una injusticia histórica para
todos evidente".
Las instituciones de la ONU se inspiraron en las relaciones
que surgieron de la Segunda Guerra Mundial, en la guerra.
"Es hora de moldearlos para la paz", declaró Mattarella,
quien cerró el discurso con las palabras del exsecretario
general, Kofi Annan: "Los desafíos globales tienen un elemento
en común, es decir, no respetan fronteras e incluso el Estado
más fuerte se muestra impotente ante ellos". (ANSA).