(ANSA) - ROMA, 06 MAG - El periodista y presentador de la
televisión italiana Massimo De Luca presentó la obra de teatro
"Puedo vencer a Kennedy en el golf", la cual podrá verse el
miércoles 15 en la Sala Umberto.
"Este espectáculo nació de una serie de historias en las que el
deporte se entrelazaba con la política y que, por tanto, relanza
el tema de cuál debería ser el vínculo, que de alguna manera se
vuelve muy actual con las controversias sobre el control de
presupuestos de los clubes deportivos tuve la suerte de tener en
la radio un profesor como Sergio Zavoli que me enseñó a hablar
de otra cosa cuando se habla de deporte y aquí el deporte se
convierte en un punto de partida para revisitar episodios del
siglo XX", narró De Luca a ANSA.
De Luca, que siempre contó historias deportivas, también
recuerda en el escenario episodios aparentemente "neutrales",
que en cambio tenían un fuerte tono político y que se referían,
por ejemplo, a un partido de golf nunca consumado entre el ex
presidente cubano Fidel Castro y el ex mandatario estadounidense
John Fitzgerald Kennedy.
"La frase que pronunció Fidel Castro con motivo de esa foto suya
con el Che Guevara es el punto de partida para contar la
historia de fondo. Kennedy era un buen golfista y su pasión por
este deporte se entrelaza con su muerte y aquel
nombramiento-lección con el campeón verde de la época, Arnold
Palmer, que nunca se celebró porque estaba previsto poco después
de la tragedia de Dallas", explicó De Luca.
"Y luego, cómo olvidar el partido nunca disputado por Lazio
contra Barcelona en la Copa UEFA, la Copa Davis en Chile y la
vida del campeón de tenis alemán, el barón Gottfried von Cramm,
en la época de la Alemania nazi", continúa el periodista sobre
los "cruces peligrosos" entre deporte y política que
caracterizaron los grandes acontecimientos desde los años 70 a
80, cuando tres boicots consecutivos llevaron los Juegos
Olímpicos al borde del abismo.
También alude a otros más profundamente marcados por la
dialéctica política o desafíos dramáticos que pasaron a la
historia, como el "baño de sangre de Melbourne", el partido de
waterpolo disputado en los Juegos Olímpicos de Australia entre
Hungría y la Unión Soviética.
Era el 6 de diciembre de 1956 y unas semanas antes, en Budapest,
se registró la revuelta estudiantil y los trabajadores húngaros
habían sido aplastados en sangre por los tanques de la Unión
Soviética.
El espectáculo, que contó con el patrocinio de la Federación
Italiana de Básquetbol, tendrá un fin benéfico a favor de LILT,
la Liga Italiana de Lucha contra los Tumores, pero sobre todo
estará dedicado a la memoria de Gaetano Laguardia, ex
vicepresidente de la FIP, quien falleció el 19 de diciembre.
(ANSA).