Por la enviada Domitilla Conte
(ANSA) - RAFAH, 26 APR - Una serie de edificios cuidados y
coloridos, amplias avenidas asfaltadas, escuelas, hospitales,
parques para niños: así se presenta la Nueva Ciudad de Rafah,
una de las nuevas ciudades deseadas por el presidente egipcio
Abdel Fattah al Sisi en el Sinaí y la más cercana a la frontera
con la Franja de Gaza.
De hecho, está a sólo siete kilómetros de la bombardeada
Rafah palestina que corre el riesgo de ser el último bastión del
conflicto.
La ciudad fue inaugurada el jueves por el gobernador de la
región, Mohamed Abdel Fadil Shousha, quien explicó que se trata
de una especie de compensación para aquellos que vieron sus
hogares dañados o destruidos durante la guerra contra los
terroristas del ISIS y no sólo, que tuvo lugar entre 2015 y 2019
(durante los cuales se eliminaron 1.500 túneles de Hamás).
Además, significa también un hito para el desarrollo de un
territorio del que el presidente dijo que no quería ceder "ni
siquiera un grano de arena".
Un territorio en gran parte desértico, aunque en una
posición estratégica, hasta ahora habitado por pueblos fantasmas
y tribus beduinas y que Sisi quiere transformar en una especie
de tierra prometida fomentando la agricultura y dotando a los
nuevos apartamentos de todas las comodidades y servicios,
incluida una red digital extendida a todos los hogares.
La nueva Rafah se compone actualmente de 42 edificios y 272
departamentos construidos en un tiempo récord, pero el objetivo
es alcanzar pronto el millar de apartamentos en unos 600
edificios.
En total la ciudad debería llegar a 75 mil habitantes.
Por todas partes había camiones y material de construcción,
tal vez lo que los satélites estadounidenses habían confundido
con un hipotético asentamiento para los palestinos desplazados.
Nada de esto, en realidad.
De hecho, la nueva Rafah quiere ser una bandera egipcia
firmemente plantada sobre el Sinaí, convencida, como El Cairo,
de que permitir el desplazamiento forzoso de los habitantes de
la Franja supondría el colapso definitivo de la causa palestina.
Por no hablar de que los refugiados de Sudán ya constituyen
una gran carga para el país que lucha por recuperarse de una
profunda crisis económica.
Además, ocurre justo en el día del 42§ aniversario de la
liberación del Sinaí de la ocupación israelí tras los acuerdos
de Camp David y el Día Nacional de la gobernación.
Al respecto, Shousha ilustró la nueva Rafah ante los
líderes tribales de la zona.
"Para disponer de los departamentos -explicó- será
necesario presentar una solicitud en Internet y una veintena de
jóvenes informáticos ya fueron enviados al lugar para ayudar a
completar las solicitudes. Luego, el ministerio competente
completará la selección de los asignados, según criterios
precisos de equidad, y se garantiza que no habrá favoritismo".
La cesión no será gratuita, pero el precio de las
propiedades, de 120 metros cuadrados de media, seguirá siendo
inferior al coste, manteniendo la propiedad del terreno en manos
de la gobernación.
El contrato de compra se realizará con el banco estatal
egipcio y será posible el pago a plazos.
Al planificar el proyecto se tuvo en cuenta que las unidades
residenciales estuvieran completamente terminadas y dotadas de
servicios y listas para su inmediata utilización, sin descuidar
las costumbres del lugar.
Los líderes tribales, reunidos en el centro de la nueva
ciudad bajo un sol ya abrasador en abril, escucharon con agrado
los anuncios y al final del discurso dijeron que estaban muy
contentos con la perspectiva de entrar en los nuevos hogares,
incluso si eso podía suponer un cambio socialmente importante,
con una mayor centralización del poder.
"Estamos contentos -afirmó un aspirante a jefe tribal, de
unos 30 años- en cualquier caso mejoraremos".
"La razón por la que se fundó la nueva Rafah -aseguró el
jefe adjunto del Consejo de Todas las Tribus del Norte del
Sinaí, Sheikh Fayez Abu Harb- es que los habitantes de Rafah
vivían en la frontera con la ciudad palestina de Rafah.
Esas casas fueron demolidas "para la seguridad nacional y
la seguridad fronteriza, pero hoy el Estado está construyendo
esa nueva ciudad y esas casas para los ciudadanos que perdieron
sus antiguos hogares en la guerra contra el terrorismo".
Rafah no es la única ciudad nueva en el Sinaí: se están
reconstruyendo los pueblos pesqueros de la zona de Egziwan, el
pueblo de Sadat en el centro de Bir al-Abda y otras comunidades
completamente nuevas que, al menos inicialmente, coexistirán con
las originales áreas residenciales.
La península del Sinaí formó parte de Egipto desde la
Primera Dinastía del Antiguo Egipto (c. 3100 a. C.).
Objeto de numerosas disputas a lo largo de los siglos, los
Acuerdos de Camp David de 1978 devolvieron el territorio a
Egipto. (ANSA).