(ANSA) - NUEVA YORK 26 ABR - El gobierno de Joe Biden
determinó este viernes que tres batallones militares de las
Fuerzas de Defensa de Israel cometieron "violaciones graves de
los derechos humanos" contra civiles palestinos en Cisjordania,
pero seguirán siendo elegibles para la ayuda militar de los
Estados Unidos, independientemente de las medidas que Israel
dice que está tomando para abordar el problema.
Lo informaron fuentes con conocimiento del caso en exclusiva
a ABC News.
La evaluación de la Casa Blanca, que aún no se ha hecho
pública y podría cambiar si Israel no toma medidas específicas,
se describió en una carta sin fecha del Secretario de Estado
Antony Blinken al presidente de la Cámara de Representantes,
Mike Johnson, obtenida por ABC News.
La determinación de los Estados Unidos "no retrasará la
entrega de ninguna asistencia de los Estados Unidos e Israel
podrá recibir la cantidad total apropiada por el Congreso",
escribió Blinken.
Los hechos acusados son previos al inicio de la guerra el 7
de octubre, cuando Hamás atacó a Israel. Ninguno de los casos
involucra operaciones contra Hamás en Gaza o contra Irán o sus
representantes.
Issa Amro, un destacado activista palestino de derechos
humanos que vive en la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, dijo
que estaba "decepcionado", pero no sorprendido por la decisión
de los Estados Unidos.
Estados Unidos "no está llevando adelante acciones concretas
para reducir la violencia, al mínimo, y para hacer la paz entre
los palestinos y los israelíes", dijo Amro a ABC News.
Los funcionarios de la administración Biden sostienen que su
proceso de revisión de las violaciones de los derechos humanos
ha sido justo y que a Israel no se le dio un trato preferencial.
También señalan que no es raro que Estados Unidos trabaje con
países a través de un proceso conocido como "remediación" que
puede alentar a los países extranjeros a eliminar a los malos
actores dentro de sus militares.
"Cada una de estas situaciones es diferente, y tenemos que
hacer todo lo posible para recopilar los hechos y seguir los
hechos, y eso es lo que estamos haciendo", dijo Blinken a los
periodistas en una rueda de prensa.
Bajo una medida federal conocida como la Ley Leahy, el
ejército de los Estados Unidos está obligado a retener armas,
entrenamiento y otra asistencia militar a cualquier unidad
militar extranjera que cometa abusos graves de los derechos
humanos.
La ley, sin embargo, permite una excepción para los países
que han tomado medidas "para llevar ante la justicia a los
miembros responsables de la unidad", según la carta de Blinken.
Según una persona familiarizada con el proceso, que habló
bajo condición de anonimato, los Estados Unidos e Israel tienen
un acuerdo especial que requiere que Washington consulte con los
israelíes antes de tomar cualquier decisión relacionada con la
Ley de Asistencia Exterior.
La persona dijo que esas consultas con Israel siguen en
curso y que si se descubre que una unidad militar no toma
"medidas de remediación o rendición de cuentas satisfactorias",
la ayuda de los Estados Unidos sería restringida.
Actualmente, cinco unidades, tres militares y dos civiles,
estaban bajo revisión por violaciones de los derechos humanos.
Israel también ha "reconocido" que otro batallón de las FDI
se había involucrado en una "conducta inconsistente" con las
reglas de Tel Avis. Como resultado, la unidad fue transferida de
Cisjordania a los Altos del Golán en 2022, señaló Blinken.
(ANSA).