Por Ariel Ferrero
(ANSA) - NUEVA YORK 26 ABR - El primer juicio penal de un
expresidente se reanudó este viernes con un testigo clave contra
Donald Trump, que describió detalles del acuerdo de dinero por
el silencio de la estrella porno Stormy Daniels, para que no
revelara la relación que ambos mantuvieron en plena campaña
presidencial 2016.
David Pecker, el ex editor del National Enquirer, describió
hoy su papel en el acuerdo de Daniels, así como otro acuerdo de
dinero en silencio que involucró a Karen McDougal, una ex modelo
de Playboy que afirma que tuvo una aventura de meses con Trump.
McDougal asegura que el asunto comenzó en 2006, el año en
que la modelo alega que tuvo un encuentro sexual con el magnate.
Trump ha negado las afirmaciones de ambas mujeres.
David Pecker, viejo amigo y editor del tabloide National
Esquirer, corroboró las denuncias sobre la existencia de algún
tipo de "conspiración" para encubrir historias comprometedoras
sobre el expresidente, como aquella relación que mantuvo con la
actriz de Stormy Daniels en plena campaña 2016, para no dañar su
candidatura a la Casa Blanca.
Con Trump siguiendo desde la mesa de defensa, con la cabeza
ligeramente inclinada hacia un lado, Pecker describió las
negociaciones llevadas a cabo con Karen McDougal para comprar
los derechos exclusivos de su historia sobre una supuesta
relación de un año con Trump.
Pecker dijo que el abogado de Trump, Michael Cohen, autorizó
que comenzaran las negociaciones. "Michael estaba muy agitado,
preguntando constantemente ¨Por qué esto está tomando tanto
tiempo?", relató el editor.
"Comprar los derechos de por vida de Karen McDougal iba a
costar 150.000 dólares. Además, Karen quería reiniciar su
carrera. Quería escribir para las revistas de celebridades.
Quería estar en la portada de las revistas de vida y fitness.
Tuvo un problema importante cuando le quitaron los implantes
mamarios y quería escribir sobre eso", testificó Pecker.
Dijo que le preguntó a Cohen: "¨Quién me va a reembolsar
esto?", a lo que el abogado respondió: "No te preocupes, soy tu
amigo, el jefe se encargará de ello".
Cuando el fiscal Josh Steinglass le preguntó a Pecker quién
era "el jefe", Pecker respondió: "El jefe habría sido Donald
Trump".
Pecker testificó que el "acuerdo secreto" con Trump y su
entonces abogado Cohen fue sellado en una "reunión de 20-25
minutos" en la Torre Trump en Manhattan en agosto de 2015.
Bajo el acuerdo, el National Enquirer se convertiría en una
red de comunicación para las ambiciones presidenciales de Trump.
El ex editor de National Enquirer reiteró hoy los términos
básicos de su acuerdo de "catch-and-kill" (término que se
utiliza cuando cuando un periódico o revista firma un acuerdo
con alguien por los derechos exclusivos para publicar una
historia a cambio de dinero), aunque reconoció que no usó las
palabras "atrapar y matar" durante su reunión en la Torre Trump.
"¨Usaste específicamente la palabra atrapar y matar durante
esa reunión?", preguntó el fiscal Joshua Steinglass. "No, no lo
hice", respondió Pecker.
"¨Cuál era su entendimiento de la parte del acuerdo que
involucraba dinero?", preguntó Steinglass. "Tenía entendido que
usaría las fuentes de la compañía para escuchar cualquier
información que saliera sobre el Sr. Trump o la campaña
relacionada específicamente con las mujeres que venderían sus
historias", dijo Pecker.
El editor reiteró que no planeaba publicar la historia de
Karen McDougal aún si fuera cierta y a pesar de su valor para el
National Enquirer, con el fin de ayudar a la campaña de Trump.
"¨Cero intención de publicar esa historia?", siguió el
fiscal. "Eso es correcto", dijo Pecker.
"¨Mataste la historia porque ayudó al candidato Donald
Trump?", continuó el fiscal. "Sí", respondió Pecker.
Antes del inicio de la sesión de hoy, Trump atacó al sistema
de justicia estadounidense y a la dirección del juicio en
Manhattan, afirmando que "la seguridad en este tribunal es como
la de Fort Knox" y que sus seguidores del movimiento Make
America Great Again (MAGA) "no podrán tener acceso a la zona".
Aunque existen diversas medidas de seguridad en los
alrededores del tribunal, incluido el cierre de algunas calles y
la presencia de bloqueos policiales, las personas pueden
conducir hasta la entrada y, si llegan muy temprano, como
representantes de los medios de comunicación, pueden ingresar a
la sala del tribunal o ver el juicio en vídeo. (ANSA).