Por Gina Di Meo
(ANSA) - NUEVA YORK, 26 APR - Los afroamericanos siguen
muriendo en Estados Unidos debido a la excesiva violencia
policial, en un escenario trágico que se sigue repitiendo a
pesar de las movilizaciones y los llamamientos.
El último episodio ocurrió en Canton, Ohio, donde Frank
Tyson, de 53 años, fue detenido por agentes y murió pronunciando
las mismas dramáticas palabras "No puedo respirar", dichas por
George Floyd en mayo de 2020 y Eric Garner en 2014, que más
tarde se convirtió en el lema del movimiento de protesta Black
Lives Matter (La vida de los negros importa).
En un impactante vídeo de 36 minutos, que data del 18 de
abril, se ve a uno de los policías inmovilizándolo contra el
suelo, presionándole la espalda con la rodilla durante más de 30
segundos y respondiendo a sus súplicas con un "cálmate".
Solo cinco minutos después, el oficial le toma el pulso y
descubre que no hay latidos, pero pasa más tiempo antes de que
se realice la reanimación cardio-pulmonar. Luego llega una
ambulancia y el hombre es trasladado al hospital donde lo
declaran muerto.
A la espera del resultado de las investigaciones, los
agentes implicados han sido suspendidos. Tyson salió de prisión
el 6 de abril después de cumplir 24 años por secuestro y robo y
poco después violó los términos de su libertad condicional.
El 18 de abril chocó contra un poste eléctrico mientras
conducía su automóvil y luego se dio a la fuga. Tras una pista,
la policía lo encontró en un lugar frecuentado por veteranos de
guerra en la localidad de Canton. Cuando los agentes intentaron
esposarlo, él se resistió y comenzó a gritar: "quieren matarme",
"llame al sheriff".
Desafortunadamente, este es el último de una larga serie de
episodios trágicos contra la comunidad negra en los Estados
Unidos que están ocurriendo a un ritmo alarmante.
El pasado 10 de abril, agentes vestidos de civil mataron
al afroamericano Dezter Reed, de 26 años, de 96 disparos en 42
segundos, durante un control de tránsito en Chicago. Un mes
antes, la policía mató a un niño autista de 15 años en las
afueras de Los Angeles porque blandía una azada.
Según datos de organizaciones de derechos de los negros, el
10% de los asesinatos de afroamericanos a manos de la policía
estadounidense comienzan con un arresto por un accidente o una
infracción de tráfico y un afroamericano tiene dos veces y media
más probabilidades de ser asesinado que un blanco. (ANSA).