Por Serena Di Ronza
(ANSA) - NUEVA YORK 10 ABR - Nuevos problemas para Boeing. Ya
afrontando la crisis del 737 Max, el gigante de la aviación se
enfrenta a una nueva emergencia: uno de sus ingenieros, Sam
Salehpour, la acusó de tomar atajos para aumentar la velocidad
de producción, dejando potencialmente defectos estructurales en
los 787 y 777.
Se trata de fuertes acusaciones que penalizan a las acciones
de Boeing en Wall Street, donde pierden más del 1,40%.
Salehpour detalló sus acusaciones ante las autoridades
estadounidenses en una carta dirigida al jefe de la
Administración Federal de Aviación (FAA), Mike Whitaker.
Entre ellos se incluye el hecho de que actualmente hay casi
mil modelos 787 en vuelo y alrededor de 400 modelos 777 en
riesgo de falla estructural.
"Revisamos cuidadosamente toda la información relacionada
con la seguridad", comentó simplemente el portavoz de la FAA,
Ian Gregor.
El ingeniero también testificará en los próximos días en el
Congreso durante una audiencia convocada por el senador
demócrata Richard Blumenthal para "examinar la cultura de
seguridad dentro de Boeing, centrándose en relatos de primera
mano" sobre la compañía.
Boeing se ha comprometido a cooperar con el Congreso y
proporcionar los documentos necesarios para una revisión
exhaustiva.
Aunque aseguró su cooperación, el gigante de la aviación
rechazó rotundamente las acusaciones de su ingeniero: "Tenemos
plena confianza en el 787 Dreamliner. Las acusaciones sobre su
integridad estructural no están justificadas", afirmó.
Boeing expresó una confianza similar en la "seguridad y
durabilidad de los 777".
Las acusaciones suponen un nuevo duro golpe para Boeing,
recientemente implicada en una nueva serie de accidentes con el
737 Max que han reavivado los temores sobre la seguridad de sus
aviones.
En enero, la puerta de un 737 de Alaska Airlines explotó en
vuelo, lo que provocó la inmovilización de muchos 737 Max 9 en
Estados Unidos. Un episodio sensacional que sumió a la compañía
nuevamente en una profunda crisis después de un 2018 y un 2019
para olvidar, cuando dos Boeing Max 8 se estrellaron matando a
casi 350 personas.
La investigación iniciada tras el accidente de Alaska
Airlines reveló que Boeing no pasó 33 de 88 controles en el
proceso de producción del 737 Max, empeorando un panorama ya
complejo.
En un esfuerzo por seguir adelante, el director ejecutivo de
Boeing, Dave Calhoun, anunció el mes pasado su salida a finales
de 2024. También se despiden el jefe de aviones comerciales de
Boeing, Stan Deal, y el presidente de la junta, Larry Kellner.
Una reestructuración de la estructura con la que Boeing
espera recuperar su reputación y mirar hacia adelante después de
años de frenar una sucesión de crisis que la han hecho temblar.
Una tarea nada fácil que recaerá en el nuevo director general,
que aún no ha sido identificado. (ANSA).