Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 10 APR - México es el segundo país
de América Latina y el Caribe que más desperdicia comida, según
un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), recién presentado oficialmente, en el que se
alerta sobre la necesidad de revertir el problema en un país con
altos niveles de pobreza.
El desecho de alimentos a nivel nacional asciende a 13,3
millones de toneladas anuales, pero la cifra por persona (105)
es la más alta de la región, aunque los autores señalan que
algunas cifras podrían estar sesgadas sobre todo en lugares
turísticos, pues 64 kilos corresponden al servicio de alimentos
y 45 al comercio minorista.
Dominicana, que ostenta el poco honroso título de campeón
latinoamericano en esta materia, supera por su parte a México en
una proporción de muy alta, pues ahí se calcula que se arrojan a
la basura unos 160 kilos per cápita.
Los autores del estudio del PNUMA hacen notar que el
análisis "está limitado por basarse en las percepciones de las
partes interesadas" pero de todos modos mueve a preocupación de
los hacedores de políticas públicas, si se considera la gran
desigualdad que existe en América Latina.
El estudio indica que en cuanto al desperdicio anual de
alimentos en los hogares estimados, Brasil es el que lidera el
ranking con 20,2 millones de toneladas, seguido de México, con
13,3 millones, Argentina con 4,1 millones, Colombia con 3,6,
Perú con 2,9 y Venezuela con 2,6.
El estudio en México se realizó con base en otro análisis
efectuado en 2023 sobre el desperdicio de alimentos en
escenarios distintos a los de los hogares, distribuyendo
"cuestionarios a actores de toda la cadena alimentaria,
incluidos 52 en empresas de servicios y 50 en compañías
mayoristas y minoristas".
"Las encuestas solicitaron percepciones sobre las tasas de
desperdicios por productos específicos", por ejemplo el pan, y
luego se utilizaron para asignar la tasa de generación de
residuos que se escalaron "mediante datos comercialmente
representativos".
Según el PNUMA, en 2022 se arrojaron a los vertederos más
de 1.050 millones de toneladas de alimentos a nivel mundial, lo
que representa la quinta parte 719% de los alimentos disponibles
para los consumidores, procedentes tanto del comercio minorista
como de los hogares y los proveedores de servicios alimentarios.
Frente a este derroche desproporcionado, al menos 783
millones de personas sufrieron de hambre en ese año, planteando
un desafío para los gobiernos en torno a este tema.
En noviembre pasado, Genaro Aguilar, secretario del Grupo
Técnico de Pérdidas y Merma de Alimentos de la Cruzada Nacional
Contra el Hambre, un organismo gubernamental, indicó que en
México se desperdician más de 10.000 toneladas de alimentos al
año, que representan 37% de la producción agropecuaria en el
país.
Según Aguilar, el costo de las pérdidas y mermas asciende
a más de 100.000 millones de pesos (unos 6.000 millones de
dólares), lo que representa "un grave costo económico y social
para el país".
"Si todo el desperdicio se recuperara y se canalizara a
estas personas se podría proporcionar cada semana 16 litros de
leche a cada familia pobre durante todo un año, 3,5 kilos de
patatas, 2,6 de cebolla, 5 de tomate, 7 de pollo, 3,6 de carne
de cerdo y 4,2 kilos de carne de res, afirmó el funcionario.
(ANSA).