Por Valentina Brini
(ANSA) - BRUSELAS, 03 APR - Una semana después de la
atronadora denuncia del primer ministro belga, Alexander De
Croo, contra los eurodiputados contratados por el Kremlin para
difundir su propaganda anti-UE y anti-Kiev, la presidenta del
Parlamento europeo, Roberta Metsola, habló por primera vez al
respecto en Bruselas.
De hecho, admitió que "amenaza" es real, pero aseguró que,
bajo su dirección, la Cámara Europea "no tiene miedo" y sabe
"cómo trabajar" para desterrar de la votación europea el
espectro de las conspiraciones rusas.
Una línea compartida por el viceprimer ministro italiano
Antonio Tajani, convencido de que la guerra híbrida de fake news
y manipulación "no afectará" a las elecciones cruciales para el
futuro de los Veintisiete países de la UE.
Sin embargo, la tranquilidad a largo plazo no es suficiente:
para contrarrestar a los euroescépticos, según la advertencia
conjunta, la Unión Europea tendrá que reformarse.
Empezando, en la visión del Ministro de Asuntos Exteriores,
por confiar el Poder Legislativo a políticos elegidos por los
ciudadanos.
En ese contexto, persistían los rumores sobre diputados,
especialmente del grupo Identidad y Democracia, que, al parecer,
recibieron dinero del portal Voice of Europa, el "megáfono" de
Vladimir Putin en suelo europeo con la complicidad del oligarca
ucraniano prorruso Viktor Medvedchuk.
El nombre más renombrado es el del candidato de extrema
derecha de Alternative fuer Deutschland (AfD), Petr Bystron, que
se defiende de las acusaciones en su país.
Pero si, por el momento, la investigación queda en manos de
los servicios de inteligencia de siete países -República Checa y
Bélgica a la cabeza-, el temor a un terremoto político sigue
vivo.
Ahora "faltan poco más de sesenta días para la votación y
sabemos lo que está en juego, incluso aquellos actores que
llegarán no sé hasta dónde para tratar de interrumpir nuestro
proceso democrático lo saben", advirtió Metsola desde el foro
ANSA sobre la Europa del futuro.
Una amenaza que ya hemos afrontado "en el pasado",
reconoció, y que "hemos visto regresar en los últimos días".
Se trata de palabras que recuerdan los primeros momentos
del estallido del Qatargate, cuando la investigación -que hoy
también terminó bajo escrutinio debido a los métodos de la
justicia belga- parecía que podía poner en riesgo la estabilidad
de toda la arquitectura de la UE.
Lo que es seguro, sin embargo, es el recordatorio de Tajani
de que "muchas personas están tratando de influir en la opinión
pública y también habrá intentos para las elecciones europeas".
Por esa razón, afirmó el vicepremier italiano, "se
necesitará más Europa, desde el punto de vista político y
militar", pero también legislativo, otorgando a la Cámara
Europea "el mismo poder que tienen otros Parlamentos del mundo".
Un cuadro de reformas que sólo puede comenzar, según la
visión de Metsola, convenciendo a los votantes -especialmente a
los jóvenes- de acudir a las urnas y elegir el lado proeuropeo.
Sin embargo, las geometrías de las alianzas entre los grupos
políticos aún están por definirse.
Mientras aún no se resolvió el enigma de la unión entre los
populares liderados por Manfred Weber y los conservadores de la
primera ministra Giorgia Meloni, el Movimiento 5 Estrellas mira
hacia las fuerzas progresistas.
"En Ucrania, los Verdes tienen posiciones más cercanas a
Giorgia Meloni que a las nuestras", indicó la líder del grupo en
la Cámara Europea, Tiziana Beghin.
Por lo tanto, el diálogo con la "familia verde" está
congelado.
Y el futuro del Movimiento en Europa se decidirá después de
la votación.
Cuando las "nuevas posibilidades" permanezcan abiertas.
(ANSA).