Por Filippo Cicciú
(ANSA) - ESTAMBUL, 02 MAR - No parece haya servido de mucho
el llamado del Guía Supremo, Ali Khamenei, de concurrir en forma
masiva a las urnas para "desilusionar a los enemigos" ya que, en
las primera elecciones luego de la muerte de Masha Amini, se
desertó de las urnas con una afluencia que se perfila muy baja,
tanto que indujo a las autoridades a posponer hoy hora tras hora
el cierre de los sitios electorales.
Los datos oficiales no están aún disponibles y ninguno
anuncia números acerca de la abstención, pero parece que esta
jornada electoral para la renovación del Parlamento y la
Asamblea de los Expertos está en línea con las precedentes urnas
de cuatro años atrás cuando se registró el dato más bajo (42,5%)
de la historia de la República islámica.
"Los ojos del mundo" están posados en Irán y la gente debe
"hacer feliz a los amigos y desilusionar a los malvados", dijo
Khamenei que, al dejar al lugar de votación después de emitir su
sufragio en las primeras horas de la jornada en Teherán, apuntó
el dedo contra quienes pidieron boicotear el voto.
Días atrás, muchos activistas invitaron a la población a no
participar en los comicios como señal de protesta por los
problemas económicos y políticos, pero también por la dura
represión de las manifestaciones tras la muerte de Mahsa Amini,
la joven de 22 años de origen kurdo que perdió la vida tras ser
arrestada por la policía moral por no llevar correctamente el
velo.
Sonia tiene 18 años y habría podido ejercer por primera vez
su derecho a voto pero, como su familia y sus amigos, decidió no
concurrir al sitio electora en solidaridad con los parientes de
los manifestantes asesinados durante las demostraciones por
Mahsa en 2022, donde murieron unas 500 personas, casi 20.000
manifestantes fueron detenidos y la condena a muerte para 9 de
ellos ya ejecutada.
Ella no votó para protestar contra "la represión del
gobierno, su incompetencia y corrupción", dijo a ANSA. Según
Davoud Manzour, vicepresidente y jefe de la Organización para el
presupuesto y la planificación, la participación en el voto de
los iraníes podrá, en cambio, constituir un Parlamento en grado
de resolver la crisis económica. "Las sanciones (de EEUU)
crearon problemas, pero la administración manejó la situación
apoyándose en las capacidades nacionales", subrayó en un colegio
electoral de la capital.
La alarma efectuada por el gobierno para contrarrestar la
anunciada baja afluencia y los llamados al boicot convirtieron a
estas elecciones en una suerte de test para la legitimidad de la
República Islámica misma.
"Es nuestro deber votar y, a más de quien será elegido, lo
que cuenta es la participación de la gente, porque este año las
elecciones se volvieron una especie de referéndum y una gran
participación representa un gran 'sí' a la República islámica",
expresó a ANSA, , Mohammadbagher, estudiante de informática,
luego de haber sufragado en Teherán.
"Espero que el Parlamento apruebe leyes severas sobre la
hijab, para combatir a las mujeres que no llevan el velo en
público", dijo el estudiante, y remarcó "la necesidad del
compromiso de Irán en cuestiones regionales como la crisis en
Gaza y el apoyo a las milicias respaldadas por Irán" en la
región como, por ejemplo, en Siria.
Los resultados de las elecciones son esperado este sábado
después de la prohibición a postularse impuesta a muchos
políticos reformistas y lo que se perfila es un Parlamento
todavía dominado por diputados ultraconservadores cercanos al
presidente Ebrahim Raisi, que ya representan la mayoría en la
Asamblea parlamentaria iraní luego de las elecciones de 2020 con
227 diputados sobre un total de 290.
Los conservadores podrían ser elegidos por mayoría también
en la Asamblea de los Expertos formada por 88 miembros, el
órgano que tiene el deber de nombrar o, eventualmente, revocar
el poder del Guía Supremo. (ANSA).