Por Eloisa Gallinaro
(ANSA) - ROMA, 29 NOV - Para los palestinos es un icono de la
resistencia contra los asentamientos ilegales de colonos en
Cisjordania, para los israelíes es una espina clavada capaz de
llamar la atención internacional.
Ahed Tamimi, que se hizo mundialmente famosa en 2018 a la
edad de 17 años por abofetear a dos soldados israelíes en su
aldea de Nabi Saleh en Cisjordania y que se encuentra en prisión
por enésima vez desde el 6 de noviembre, podría ser liberada
como parte del intercambio entre rehenes israelíes y detenidos
palestinos.
El nuevo arresto, en plena guerra entre el Estado judío y
Hamás, se produjo tras una publicación en Instagram en árabe y
hebreo dirigida a los "rebaños de colonos israelíes", en la que
afirmaba: "Los estamos esperando en todas las ciudades de
Cisjordania, desde Hebrón hasta Jenin. Los masacraremos y dirán
que lo que Hitler les hizo fue una broma. Beberemos su sangre y
comeremos sus cráneos".
Para la familia Tamimi, no fue Ahed quien escribió el post
sino que la autoría sería la de una de las tantas cuentas falsas
que se han apropiado de su imagen. El caso es que la activista,
"la rubia", como la apodan por su cascada de rizos claros, ha
acabado de nuevo en esas cárceles israelíes que a sus 22 años ya
conoce bien.
Cuando abofeteó a los soldados de las Fuerzas de Defensa de
Israel (FDI) después de que su primo fuera alcanzado por una
bala de goma durante una protesta, fue condenada a ocho meses de
prisión y una multa de 1.200 dólares.
Amnistía Internacional también pidió en ese momento su
liberación.
"No hay justicia bajo la ocupación y este tribunal es
ilegal", afirmó Tamimi cuando leyó la sentencia el juez, la
pequeña palestina apasionada que para el ministro israelí de
Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, jefe del partido de derecha
Poder Judío, ella es una "terrorista".
Ahed Tamimi, por otro lado, ha estado masticando pan y
resistiendo desde que era niña. Hija y hermana de activistas
políticos, a los 11 años recibió un elogio del presidente de la
Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas (Abu Mazen), por su
valentía al intentar evitar el arresto de su madre en agosto de
2012.
Tres años después apareció de nuevo en el mundo de las redes
sociales por las imágenes que la mostraban tratando de evitar
que su hermano de 12 años terminara esposado acusado de arrojar
piedras a soldados israelíes.
Una cosa es segura: la prisión no la asusta.
"Durante su detención en Israel, la personalidad de Ahed se
fortaleció aún más. Si los líderes del Estado judío esperaban
quebrantar su espíritu, lograron el resultado contrario. Ahed es
valiente y nunca se rindió", dijo sobre ella la abogada israelí
Gaby Lusky quien la defendió en el momento del juicio por
abofetear a los soldados. (ANSA).