Por Patrizia Antonini
(ANSA) - BUENOS AIRES, 28 NOV - El presidente electo
argentino, Javier Milei -a años luz de Moscú y Pekín-, en su
primer viaje al exterior eligió Estados Unidos acercarse a los
demócratas, con el objetivo de encontrar refugio bajo el
paraguas occidental para Argentina, principal deudor del Fondo
Monetario Internacional (FMI).
Una elección pragmática que ahora mira directamente a la
administración del presidente Joe Biden, con la que tiene
afinidad en la cuestión de Israel, tras coqueteos pasados ;;con
exponentes de la derecha global de Donald Trump y el brasileño
Jair Bolsonaro. Una postura que, sin embargo, sobre la terapia
de choque económico prometida para el país sudamericano,
encuentra puntos en común con las recetas de Ronald Reagan, como
destacó el expresidente del grupo de expertos Diálogo
Interamericano, Michael Shifter.
Incluso antes de su toma de posesión, prevista para el 10 de
diciembre, el líder de la Libertad Avanza voló a Nueva York y
Washington para construir nuevos vínculos y explicar a sus
socios su receta para detener la espiral negativa en la que cayó
Argentina, con una inflación que ya supera el 140% y tramos de
miles de millones de dólares que deberán reembolsarse al FMI
entre diciembre y enero.
Según cuanto está previsto por el protocolo, Milei no se
reunió con el presidente estadounidense Joe Biden en Georgia
para una ceremonia en memoria de la ex primera dama Rosalynn
Carter y luego para una escala en Colorado.
Pero el primer día de su viaje a la Gran Manzana, el
ultraliberal almorzó en el hotel Plaza con el exjefe de Estado
Bill Clinton y el exsenador demócrata, amigo personal de Biden y
su enviado a América Latina.
Unas horas antes, el líder argentino había aterrizado en
Nueva Jersey, para desayunar con los líderes de la comunidad
judía neoyorquina, antes de trasladarse a Queens, para rendir
homenaje al Ohel, la tumba del rabino Menachem Mendel
Schneerson, un lugar considerado sagrado para el judaísmo
ortodoxo.
Acompañado por su hermana Karina, por el consejero Santiago
Caputo, su futuro jefe de gabinete Nicolás Posse, el empresario
Gerardo Werthein (posible delegado en Washington), el embajador
de Estados Unidos en Buenos Aires Marc Stanley y Luis "Toto"
Caputo, candidato al Ministerio de Economía, Milei en Washington
optó por quedarse frente a la Casa Blanca, en el Hotel
Hay-Adams, esperando ser recibido por uno de los hombres clave
de la administración Biden, el asesor de Seguridad, Jake
Sullivan, antes de partir hacia Buenos Aires, dejando a sus
delegados de confianza la reunión con el FMI y el Tesoro de
Estados Unidos.
Al anunciar el encuentro, el portavoz de la Casa Blanca,
John Kirby, explicó que Estados Unidos quiere "seguir buscando
formas de cooperar con Argentina, un socio saludable y vibrante
en el hemisferio en muchos temas".
"Esperamos escuchar lo que piensa el presidente electo y
hacia dónde quiere llegar en cuestiones políticas, asegurándonos
de que tenemos la capacidad de mantener abierto ese canal de
comunicación", aseguró el vocero, demostrando que Washington
está dispuesto a tender la mano. (ANSA).