Por Marcos Romero CIUDAD DE MEXICO, 31 (ANSA) - El presidente de México, Enrique Peña Nieto, rendirá mañana su tercer informe anual ante el Congreso, que marca simbólicamente la mitad de su gestión, en momentos en que su imagen va en veloz declive y el panorama político, económico y social es cada vez más agitado.
    Peña, que fue ungido en el cargo en diciembre de 2012, gozó de una especie de "luna de miel" en sus dos primeros años en el poder, en los cuales se ganó elogios en los principales círculos financieros internacionales por sus audaces reformas que impulsó en el Congreso en materias de telecomunicaciones, educación, energía y fiscal.
    No obstante, hace casi un año la situación comenzó a descomponerse y su popularidad entró en caída libre tras la desaparición de 43 estudiantes en la sureña ciudad de Iguala, estado de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
    Según la fiscalía general, a cargo de las investigaciones, los jóvenes fueron entregados por la policía municipal de Iguala a la banda criminal Guerreros Unidos, que sospechaba que estaban infiltrados por sus enemigos jurados, Los Rojos, y les dio muerte para luego incinerar sus restos en un basural de la vecina localidad de Cocula y arrojar sus restos a un río.
    En noviembre siguiente el desprestigio de Peña escaló cuando se supo a través del portal Aristegui Noticias que su esposa había adquirido una lujosa mansión de 7 millones de dólares a sólo 4 millones, en condiciones preferenciales, de la constructora Higa, contratista del mandatario desde que era gobernador del estado de México, cercano a la capital.
    Un caso similar envolvió al ministro de Hacienda (finanzas), Luis Videgaray, la mano derecha del mandatario, pero a ambos los absolvió hace unos días el ministerio de la Función Pública, al declarar que "no hubo conflicto de interés" en ambas operaciones.
    El 11 de julio pasado, la crisis política volvió a tocar las puertas cuando el máximo jefe criminal del país, Joaquín "El Chapo" Guzmán, huyó a través de un túnel de 1.500 metros de largo y 15 de profundidad de la prisión de alta seguridad El Altiplano, a 90 kilómetros al oeste de la capital.
    Una reciente encuesta del Centro Pew, con sede en Washington, Estados Unidos, señaló que "luego de un año plagado por el escándalo y la controversia, sus índices de aprobación han caído, y los mexicanos incrementan su desilusión con elementos clave de su ambiciosa agenda".
    Un 44% de entrevistados declaró tener una imagen favorable sobre Peña Nieto, en contraste con el 51% de aprobación que tenía el mandatario mexicano en 2014.
    Pero el diario local Reforma dio cifras aún más alarmantes al informar que del 50% de popularidad que disfrutaba Peña en agosto de 2014, en agosto de 2015 descendió al 34% y su calificación fue de 4,7 (en una escala de 1 a 10), la peor de su administración.
    El flanco de la economía también mostró debilidades pues el precio del petróleo mexicano en los mercados internacionales cayó de 92 a 33 dólares por barril, es decir, casi tres veces, entre agosto de 2014 y agosto de 2015, llegando a sus peores niveles en 6 años.
    La proyección de crecimiento económico debió ser reducida por el ministerio de Hacienda de un rango entre 3,2 y 4,2% al inicio del año a entre 1,7 y un 2,5 en su último ajuste.
    El dólar estadounidense estaba hace un año a 13,30 pesos y hoy está cercano a rebasar la barrera de los 18, lo que indica que ha perdido casi un 30% de su valor, colocando a la moneda mexicana entre las más devaluadas de América Latina, después del real brasileño, el peso argentino y el peso colombiano.
    Esta situación macroeconómica ha tenido también un impacto en el mexicano de a pie, como lo demuestra un informe oficial reciente según el cual entre 2012 y 2014 aumentó la cifra de pobres en 2 millones, hasta 55,3 millones, lo que significa que afecta al 46,2% de la población.
    En un mensaje reciente de su campaña para promover su informe de mañana, Peña admitió que "México aún no se está moviendo a la velocidad que todos queremos" al indicar que "hay tres frenos que lo impiden: la corrupción, la desigualdad y una situación mundial complicada que se refleja en la caída del precio del petróleo".
    Algunos analistas han llegado a calificar el último año de Peña como "annus horribilis" o más sencillamente como "una pesadilla". MRM/ACZ
31/08/2015 19:29