ANSA.it Privacy Disclaimer Contacto Productos Ansa en el mundo Ansa en Amlat Sitemap Home Page



 
» América Latina
» Mundo
» Italia
» Deportes
» Espectáculos y Cultura
» Naturaleza
» Variedades

 
 



 ARGENTINA
Continuidad o cambio, sin apellido Kirchner

Por Marcelo Izquierdo BUENOS AIRES, 20 (ANSA)- Los argentinos elegirán el domingo próximo a su nuevo presidente que, más allá de ofrecer "continuidad o cambio", tendrá un apellido distinto al que ha hegemonizado la política a lo largo de los últimos doce años: Kirchner.
    Tres candidatos, de los seis que tendrá la compulsa, llegaron al último tramo de la campaña electoral con posibilidades de ganar o al menos aspirar a una segunda vuelta, prevista para el 22 de noviembre. Ellos son el candidato del oficialista Frente para la Victoria y gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; el postulante de la alianza derechista Cambiemos, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, y el líder de la alianza peronista renovadora UNA (Unidos por una Nueva Argentina), el actual diputado Sergio Massa.
    La Constitución nacional prevé que ganará las elecciones quien alcance el 45 por ciento de los votos o al menos 40 por ciento con 10 puntos de ventaja sobre su rival más cercano. Y de acuerdo a todos los sondeos, Scioli oscila entre el 37 y el 40 por ciento de las intenciones de voto, adelante de Macri, que recoge entre el 26 y el 30 por ciento. Más atrás, Massa supera el 20 por ciento.
    Otros tres candidatos se presentarán en estos comicios, pero sin posibilidades reales de llegar al poder: Margarita Stolbizer (la única mujer del grupo presidenciable), por Progresistas; el peronista Adolfo Rodríguez Saa, de la Alianza Compromiso Federal y Nicolás del Caño, por el Frente de Izquierda. Ninguno de ellos supera el 5 por ciento de intenciones de voto.
    Tres de los seis candidatos son de extracción peronista, que responden al legado del fundador del partido Justicialista, el tres veces presidente Juan Domingo Perón. En conjunto suman, de acuerdo a los sondeos, más del 60 por ciento de las intenciones de voto, lo que reafirma las dificultades de gobernar el país austral sin el peronismo.
    En sí, el Justicialismo es un movimiento cuya ideología ha oscilado según soplan los vientos de cada referente político en una época determinada, pasando desde el neoliberalismo de Carlos Menem (1989-99) a los gobierno de izquierda -que la oposición tilda de "populista"- de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa Cristina Fernández de Kirchner, que concluirá su segundo mandato el 10 de diciembre próximo.
    De esa manera, por primera vez en 12 años un Kirchner no estará al frente del gobierno, aunque Scioli -visto con desconfianza por el "kirchnerismo puro" por sus posturas más moderadas en materia económica y su llamado permanente al diálogo- promete ser el continuador de un modelo que se ha basado en un activo rol del Estado, aunque "cambiando lo que haya que cambiar".
    Pero el apellido Kirchner no se alejará de ningún modo de la política argentina. No sólo porque nadie cree que la presidenta se dedicará de ahora en más a cuidar a sus nietos, sino porque su primogénito, Máximo Kirchner, es candidato a diputado nacional por la provincia patagónica de Santa Cruz, donde su tía, Alicia Kirchner, se postula como gobernadora, ambos por el Frente para la Victoria.
    El único candidato que se muestra hoy capaz de evitar un triunfo oficialista en primera vuelta es Macri, según coinciden los sondeos y analistas.
    Sin embargo, en un país donde el 60 por ciento de los electores vota peronismo, Macri eligió integrar una alianza pura, sin peronistas, uniendo a su partido derechista Propuesta Republicana (PRO) con el ala conservadora de la centenaria Unión Cívica Radical (UCR) y la socialdemócrata Coalición Cívica de la diputada Elisa Carrió.
    En su momento, Macri desechó sumar a Massa, un peronista disidente que en el 2009 fue jefe de gabinete de Cristina Kirchner y que luego rompió con el gobierno. Pero necesita de sus votos en un eventual balotaje para ganarle a Scioli. Macri se dio cuenta -tarde según algunos analistas- que necesitaba "peronismo" en su alianza para llegar al poder. Y ahora apuesta todo a un cambio de discurso muy visible en las últimas semanas, con un acercamiento a los "ideales" de justicia social del peronismo y elogios a su líder histórico que lo llevaron a inaugurar una estatua de Perón, la primera que se erige en su honor en la capital argentina. MFI/MRZ

20/10/2015 21:28

© Copyright ANSA. Todos los derechos reservados.

 
» Bolivia 
» Brasil 
» Chile 
» Cuba 
» Ecuador 
» México 
» Perú 
» Uruguay 


Privacy Disclaimer contacto productos Ansa en el mundo Ansa en Amlat sitemap home