Por Oscar Escamilla
(ANSA) - BOGOTA, 11 MAR - Cerca de 45.000 espectadores
colmaron el estadio El Campín de Bogotá para disfrutar de la
música de la emblemática banda británica los Rolling Stones, un
sueño que esperó décadas y que disfrutaron tanto el grupo como
el público que asistió al recital. Por fin arribaba a Colombia la banda más importante del rock
mundial, como parte de la gira Ole Tour, que antes los había
llevado por Argentina, Brasil, Uruguay y Perú, con dos últimas
paradas en México y en Cuba, donde darán un recital gratuito el
próximo 25 de marzo. Durante todo el día del jueves hubo presagios de lluvia y los
amagos terminaron en un fuerte aguacero horas antes del arranque
de la presentación de la banda, lo que no espantó ni a los
asistentes, ni a Mick Jagger y sus compañeros que a las 20.30
locales arrancaron anoche con un video que daba cuenta de la
historia del grupo, lo que alborotó los ánimos en un noche fría
y ya sin lluvia. Los Stones arrancaron el recital de manera distinta a como lo
hicieron en los demás países del continente donde tocaron antes
de llegar a la capital colombiana, pues abrieron con Jumpin'
Jack Flash, lo que alejó del escenario cualquier resquicio de
frío, seguida de It's Only Rock n' Roll. Luego Jagger, la voz líder del grupo, inició lo que sería su
diálogo permanente con el público, al saludar en español con
"Hola Bogotá, hola Colombia, hola rolos", esto último en
referencia a la manera como suelen llamar en el país a los
bogotanos. A través de su cuenta en la red social Instagram, la banda le
preguntó al público asistente al recital por una canción de su
amplio repertorio que quisieran que tocaran, lo que dio por
ganadora a Dead Flowers. Una de las grandes sorpresas de la noche llegó luego, cuando
Jagger anunció que al escenario subiría un "amigo que queremos
mucho, el parcero, ¡Juanes!", lo que hizo estallar de euforia el
estadio. El cantante colombiano subió con su guitarra e interpretó
junto a la banda el tema Beast of Burden, en un momento
delirante, no solo para el intérprete sino para el público que
lo entendió como un reconocimiento a su música y sus talentos. Poco después, Juanes escribió en su cuenta de Twitter un
mensaje en que señaló que "ha sido un momento muy especial sobre
todo porque es aquí, en Colombia, en mi casa, en Bogotá. Dios
bendiga @rollingstones". Luego de interpretar Honky Tonk Women, nuevamente Jagger
volvió a su diálogo con el público, esta vez para referirse a la
hecho más comentado durante la semana, tras la llegada de la
banda a la ciudad. El martes, luego que Jagger y Ronn Wood visitaran el Museo
Botero en el centro de la capital, el cantante se dio una vuelta
por los alrededores y hasta compró una oblea, un postre típico
compuesto de dos hojas delgadas de harina unidas por dulce de
leche, a una vendedora en la calle, lo que fue registrado en
decenas de videos de espontáneos que se cruzaron con el
cantante. En un español bastante claro, Jagger le dijo a los
asistentes: "comimos obleas, nos bajamos (tomamos) un
aguardiente y nos dio guayabo (resaca), luego nos llevó un carro
de policía al hotel", a lo que la gente respondió con risas y
gritos. Para entonces, la comunión entre público y la banda era
total, tanto que Jagger desapareció del escenario y le dio paso
para que Keith Richards, junto a Wood, interpretaran dos
canciones en tono de blues, que también fueron vitoreadas. Al regreso de su corto descanso y antes de interpretar el
clásico Paint It Black, Jagger volvió a bromear con el público
en su español estudiado al manifestar que "la banda aporta a la
economía de su país, Ronnie toma a diario ocho tazas de café
colombiano". Luego siguieron tres temas más hasta que el escenario se
llenó de luces rojas e imágenes sugestivas para darle paso a
Sympathy for the Devil, uno de los momentos más vibrantes del
recital. Tanto en esa canción, en la que Jagger se vistió con una
suerte de capa roja que luego se despojó, el cantante de la
banda y en general todo el grupo mostraron una enorme vitalidad. Ni siquiera los 2.600 metros de altura sobre el nivel de mar
fueron impedimento para que Jagger bailara y corriera por el
escenario como un jovencito, lo que la gente agradeció con un
repetido coro de agradecimiento al grupo. La noche concluyó con dos últimas canciones: You Can't Always
Get What You Want, en la que participó el coro de la Universidad
Javeriana, y Satisfaction, melodía que cantó todo el estadio,
que despidió a la banda con gritos y aplausos, en que todos los
medios de prensa locales consideran este viernes el mejor
recital en años que se ha visto en el país.
YK7/ACZ
11/03/2016 15:44
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