Por Fausto Gasparroni
WASHINGTON, 23 (ANSA)- "Que esos crímenes no se repitan nunca
más", dijo hoy el Papa sobre la pedofilia, en un mensaje a los
obispos de Estados Unidos, en el cual instó a evitar las
"divisiones" en la Iglesia y advirtió que la "Cruz no es una
bandera de luchas mundanas".
A último momento el Papa Francisco decidió no pronunciar en
español, sino en italiano, su amplio discurso a los más de 400
obispos norteamericanos en la catedral de San Matteo, en
Washington, pero el contenido no cambió. Una forma de dejar en claro el punto de vista ante el
inminente Sínodo sobre familia, sobre cuyos temas los obispos
estadounidenses no son los más cercanos a él, y para lo cual
Jorge Mario Bergoglio quiere evitar fisuras. "Se cuánto pesó en ustedes la herida de los últimos años y
acompañé su generoso compromiso para sanar a las víctimas,
conscientes de que al sanar somos siempre sanados y para
continuar obrando para que tales crímenes no se repitan nunca
más", enfatizó Francisco sobre los casos de pedofilia en las
diócesis de Estado Unidos. Además aseguró ser "consciente del coraje con el cual
afrontaron momentos oscuros de su recorrido eclesiástico sin
temer autocríticas ni ahorrar humillaciones ni sacrificios; sin
ceder al miedo de desentenderse de lo que es secundario para
reconquistar la autoridad y la confianza pedida a los ministros
de Cristo, como desea el alma de su pueblo". La larga reflexión de Francisco, que asegura que no llegó
para "juzgar o para impartir lecciones", es un elocuente y
severo reclamo a la "humildad" y a "alejar la tentación del
narcisismo, que ciega los ojos del pastor, hace irreconocible su
voz y su gesto estéril". "La gran misión que el Señor nos confía, nosotros la
desarrollamos en comunión, en modo colegial. Por eso, la Iglesia
no puede dejarse dividir, fragmentar o pelearse", dijo.
El imperativo, insistió, es "cimentar la unidad", "velar por
tal unidad, custodiarla, favorecerla, testimoniarla". Y también el Año Santo de la Misericordia debe ser "para toda
ocasión privilegiada para reforzar la comunión, perfeccionar la
unidad, reconciliar las diferencias, y superar cualquier
división". Para el Papa, "el lenguaje duro y belicoso de la división no
es propio del Pastor". La vía, en cambio, debe ser la del
"diálogo".
"No me cansaré de animarlos a dialogar sin miedo", observó.
"Cuanto más rico sea el patrimonio que tienen que compartir,
tanto más elocuente ha de ser la humildad con que lo tienen que
ofrecer". Bergoglio repitió que no ama las batallas ideológicas: "Ay de
nosotros si convertimos la cruz en bandera de luchas mundanas,
olvidando que la condición de la victoria duradera es dejarse
despojarse y vaciarse de sí mismo". Invitó a los obispos a no privilegiar temas de compromiso (en
Estados Unidos está fuerte el tema del pro-life).
"Además de las víctimas inocentes del aborto", están "los
niños que mueren de hambre y bajo las bombas, los inmigrantes
que se ahogan a la búsqueda de un mañana, los ancianos o los
enfermos, las víctimas del terrorismo, las guerras, la
violencia, y del narcotráfico". El Obispo de Roma, que citó la Antología de Spoon River de
Edgar Lee Masters, se manifestó "custodio de la unidad de la
Iglesia Universal", y aseguró no sentirse "un forastero" entre
los prelados de su mismo continente. Elogió la defensa de la vida y de la familia, para las obras
caritativas (que tienen "un mandato sobrenatural al cual no es
lícito desobedecer") y sobretodo para la integración de los
inmigrantes.
YFA-ADG/MRZ
23/09/2015 23:32
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