Por Alberto Zanconato
BEIRUT, 22 (ANSA) - La marcha del Estado Islámico parece
imparable y, después de adueñarse hace dos días de la ciudad
estratégica de Palmira, en Siria, realiza nuevos ataques desde
Ramadi, en Irak, acercándose a otros diez kilómetros a Bagdad. Mientras tanto los qaedistas del Frente al Nusra, junto a
otros grupos armados fundamentalistas, infringieron otro golpe
duro a las fuerzas sirias, ocupando un ex hospital transformado
en cuartel en la ciudad noroccidental de Jisr al Shughur, donde
estaban asediados hace semanas 200 soldados, cuya suerte
permanece por el momento desconocida. El Estado Islámico reivindicó también un atentado suicida en
una mezquita chiíta en Arabia Saudita que provocó al menos 19
muertos. El freno del avance de las fuerzas yihadistas vino de la mano
de 18 bombardeos aéreos de la coalición internacional conducida
por Estados Unidos contra los sitios de los combatientes
islamistas en Irak y en Siria en el lapso de 24 horas. Para analizar una estrategia que evidentemente necesita una
revisión, el 2 de junio se reunirán en París los ministros de
Exteriores de los 20 países que integran la coalición, además
del premier iraquí, Haidar al Abadi.
"El gobierno italiano está preocupado no sólo por lo que
sucede en Siria sino también por la tal vez más amenazante
situación en Irak", destacó el canciller de ese país, Paolo
Gentiloni.
En tanto, el presidente de Francia, Francois Hollande, pide
"actuar" contra el "peligro", incluido el que los milicianos del
EI destruyan las ruinas de Palmira. Por el momento, Karim Hendili, responsable de la UNESCO para
el mundo árabe, dijo a ANSA que "no resulta que haya actividad
en el sitio arqueológico", aunque el alarma persiste. Para Hendili, la situación en Palmira parece haber vuelto a
la calma tras el retiro del ejército sirio. "La prioridad de los
guerrilleros era el control de la ciudad, ahora que lo asumieron
no resulta que haya ejercicios de movimiento en el sitio. Pero
estamos preocupados respecto de lo que podría suceder", afirmó. En cuanto a los daños mencionados el jueves por la directora
general de la UNESCO, Irina Bokova, Hendili precisó que se trata
de "daños colaterales debidos a los combates entre
gubernamentales y fundamentalistas" algunos de los cuales
habrían afectado partes del sitio, aunque no es posible
establecer cuáles. El EI reaccionó hoy a los gritos de alarma de la suerte del
sitio arqueológico acusando a Occidente de preocuparse "por las
piedras" y no de los "cuerpos lacerados de los niños" en los
bombardeos del régimen. El eslogan está acompañado por una composición fotográfica en
la cual se adjuntan a imágenes de Palmira las fotos de cuerpos
de niños sin vida y en el suelo, en un charco de sangre. La importancia estratégica de Palmira, situada frente a la
carretera desde Homs a Deyr az Zor que corta el país en la
directriz oeste-este, explica la decisión de los yihadistas de
adueñarse de la ciudad. En Palmira desataron una caza para capturar y matar a
soldados, miembros de las fuerzas de seguridad y sus
colaboradores. Según un activista local, son 280 los militares asesinados en
las últimas 48 horas, mientras en la web circulan los videos de
decapitación de soldados. En Irak, mientras las fuerzas gubernamentales y las milicias
de voluntarios chiítas y sunnitas preparan la contraofensiva
para intentar de recuperar Ramadi, un nuevo ataque fue cometido
por los yihadistas hacia el este, en dirección a Bagdad, que
está a 100 kilómetros. El EI cruzó el jueves las líneas defensivas iraquíes en
Husaiba, cerca de 10 kilómetros de la ciudad. En tanto, se supo que está vivo el periodista británico
John Cantlie, luego de varios meses, rehén de los yihadistas
usado como megáfono para su propaganda que, desde la revista del
EI, Dabiq, predice un futuro ataque de dimensiones catastróficas
en Estados Unidos, con el uso de una bomba nuclear "importada"
de Pakistán o de "algunas toneladas de explosivos".
ZC/MRZ
23/05/2015 00:02
|