Por María Zacco
BUENOS AIRES, 2 (ANSA)- Una niña, una anciana, una empleada
de comercio o una ejecutiva de empresa tienen algo en común en
Panamá: se esfuerzan por competir en concursos para convertirse
en reinas. Pero llevarse la corona se relaciona más con el
ascenso social o una demostración de poder que con la belleza.
Así se desprende de la exhaustiva investigación del mundo de
los reinados del documental "Reinas", de Ana Endara Mislov, que
se exhibirá en la sección Panorama del Festival Internacional de
Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI).
"Ser reina es un rol que se enseña y se aprende. Es una
tradición que se instauró en el día a día, una costumbre que se
salió del marco de las celebraciones de Carnaval y se metió en
las escuelas y en el trabajo. Es una costumbre que bajo el
paraguas del folklore parece normal y no se cuestiona", dijo
Endara Mislov en entrevista telefónica con ANSA.
Panamá es un país sin monarquía repleto de reinas. Sin duda
el concurso más relevante es el que elige a Miss Panamá pero
también existen otros certámenes que cubren un abanico más
amplio y recorren el país de norte a sur y del Pacífico al
Caribe.
Hay reinas de Belleza Juvenil; de la Semana Folklórica; del
Carnaval de Las Tablas y de la Feria Agropecuaria de Tanara.
Pero también reinas de Kinder; de escuelas primarias y
secundarias; de supermercados, de empresas y de geriátricos.
El documental, verdadero catálogo de concursos, rescata las
voces de las aspirantes a las coronas y de quienes invierten
dinero y tiempo para acompañar a las candidatas y son testigos
de obstáculos, berrinches, rivalidades y triunfos.
La directora del filme posó su mirada sobre este fenómeno
cuando se topó de casualidad con uno de esos reinados mientras
rodaba su documental anterior, "Curundú" (2007), en un barrio
precario de la ciudad de Panamá.
"Ese reinado pasó a ser una de las secuencias más memorables
de aquella película y empecé a prestar atención a la cantidad de
reinados que existen en mi país. Están en todas partes: en
instituciones públicas, en empresas privadas, en escuelas, en
clubes...todos eligen su reina años tras año", relató.
Especialmente, le llamó la atención "la cantidad de energía
que la gente invertía en esa actividad que movilizaba muchas
otras cosas".
Tanto las imágenes de distintas celebraciones que se ven en
el documental como las declaraciones de sus protagonistas dan
cuenta de una cuestión central: los reinados tienen poco que ver
con la belleza, los trajes con brillantina y plumas y las
carrozas alegóricas decoradas con esfuerzo.
"En Panamá los reinados pasan por otros canales, no
exclusivamente por el de la belleza. Muchas veces para llegar a
ser reina suele decirse que se necesita simpatía y carisma. Pero
indudablemente lo que se necesita es dinero: un reinado cuesta
mucho dinero. Ser reina es una declaración de poder económico",
aseveró Endara Mislov.
Muchas empresas utilizan los concursos de belleza como un
incentivo. Y las participantes, depende el caso, valoran esa
participación como un vehículo de ascenso social. Para muchas
jóvenes ser reinas vale más que un posgrado universitario.
Por eso, muchas niñas en edad escolar son alentadas por sus
madres a participar en concursos. Muchas de esas mujeres han
sido reinas y aspiran a pasar el cetro a sus hijas, mientras
otras que no lo han logrado pretenden alcanzar el sueño a través
del esfuerzo -y a veces sufrimiento- de las niñas.
"Las niñas deberían ser niñas. No hay que pedirles que se
comportes como mujeres cuando no les toca", subrayó la cineasta.
En el film se aprecia cómo las pequeñas se olvidan de las
presiones de la corona, la postura erguida y el beso lanzado al
público con gesto etéreo cuando se les permite jugar durante los
ensayos de las coreografías.
El duro oficio de ser reina también implica estar atentas a
la competencia, defender la corona y mantenerse firme en el
camino hasta llegar a ella a pesar de las circunstancias.
"Lo que me preocupa es que ser reina se trate como el sueño
oficial de las mujeres panameñas, que sea el único sueño que se
incentive. Es un fenómeno que atraviesa todos los estratos
sociales", afirmó la cineasta. Ese sueño cultiva, además, una errónea idea de prestigio.
"Si bien para muchos un reinado es motivo de orgullo y de
honra, para otros es una declaración de poder económico.
Significa decir: 'mi familia puede asumir el gasto que implica
llevar una corona".
"Reinas" es el primer documento sobre los incontables
certámenes que existen en Panamá. Pero es sobre todo una mirada
crítica y a la vez afectuosa a una de las más curiosas
tradiciones del país centroamericano.
MRZ/MRZ
02/04/2014 18:53
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