(ANSA) - BRASILIA, 29 ABR - El presidente brasileño, Jair
Bolsonaro, envió a la frontera con Venezuela a su hijo, el
diputado Eduardo, quien se reunió con militares y denunció un
supuesto sabotaje energético del gobierno de Nicolás Maduro.
El Comando Militar del Sudeste enviará a 450 efectivos a la
región fronteriza.
Eduardo Bolsonaro, titular de la Comisión de Relaciones
Exteriores de la Cámara baja, analizó hoy la "crisis migratoria"
con el general Eduardo Pazuelo, jefe del Operativo Acogida para
recibir a los inmigrantes venezolanos.
El congresista tuvo una agenda oficial en Boa Vista, capital
del estado amazónico de Roraima, donde visitó el Hospital
General que ha recibido pacientes llegados de Venezuela, entre
ellos varios heridos en los disturbios del 23 de febrero pasado
en la ciudad venezolana Santa Elena de Guairén, próxima a la
frontera.
Desde el 22 de febrero permanece bloqueada la zona fronteriza
por orden del presidente Nicolás Maduro.
A pesar del impedimento ciudadanos venezolanos continúan
ingresando a Brasil a través de veredas clandestinas en medio de
la floresta amazónica.
El gobernador roraimense Antonio Denarium fue hoy el
anfitrión de la delegación llegada de Brasilia a la que mostró
la situación precaria del Hospital en cuyos pasillos hay
personas internadas.
Eduardo Bolsonaro cumple un papel de peso en la política
externa del gobierno iniciado el 1 de enero pasado.
Ha sido el responsable de facilitar el acercamiento de su
padre con el entorno del presidente norteamericano Donald Trump
además de viajar a países latinoamericanos como representante
oficioso del gobierno.
El diputado es partidario de dar apoyo logístico a Estados
Unidos en una eventual ofensiva militar contra la
"narcodictadura" de Maduro.
Además de los problemas salud pública Roraima enfrenta cortes
de luz permanentes debido al recorte del suministro de energía
procedente de la usina venezolana de Gurí.
Antes de arribar a Boa Vista Eduardo Bolsonaro declaro que
los venezolanos o están con problemas reales de energía "o
están causando un blackout (corte) a propósito" para perjudicar
al estado de Roraima.
Esa provincia del norte brasileño es abastecida de
electricidad generada por la usina venezolana de Gurí.
Pero mientras el gobierno federal aboga por una posición
firme ante Venezuela el gobernador Denarium propone una solución
"pragmática" y para ello viajó el mes pasado a Venezuela donde
se reunió con autoridades para analizar la posible apertura del
paso fronterizo.
Roraima enfrenta un estado de virtual "colapso" económico
debido al cese de circulación de mercancías, turistas y
servicios por la frontera.
Por otra parte esta semana se espera el arribo de 450
efectivos del Comando del Sudeste, cuya jefatura está en San
Pablo, para reforzar la presencia en la frontera de 2.199
kilómetros con el país caribeño.
"El Ejército ya ha participado junto a la ONU y
organizaciones civiles de la acogida de personas que vienen del
país hermano que está pasando por una crisis", declaró el jefe
del Comando del Sudeste, general Luiz Eduardo Ramos Baptista
Pereira.
El general, que se reunió hace dos semanas en San Pablo con
el presidente Jair Bolsonaro, informó que el contingente
permanecerá por tres meses en la frontera.(ANSA).
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