Por Manuela Tulli - "Al Papa Francisco lo consideramos ya como un feligrés más", dice el padre argentino Gabriel Romanelli, párroco de la única iglesia latina en la Franja de Gaza, la de la Sagrada Familia.
El cariño hacia el Pontífice es enorme, ya que todas las tardes, alrededor de las 19:00, desde que comenzó la guerra, ha llamado por teléfono a la parroquia para saber cómo estaban, cuál era la situación e incluso si los niños habían comido. Se trata de una preocupación humana antes que pastoral, por una comunidad que ha pasado meses bajo los bombardeos y que ha encontrado refugio en la parroquia, ya que la mayoría de los fieles ha perdido sus hogares. Durante los trece días de hospitalización, cuando pudo y cuando tuvo aliento para hablar, el Papa Francisco llamó a la parroquia dirigida por el misionero argentino. "Como parroquia de la Sagrada Familia de Gaza, siempre estamos felices y conmovidos al escuchar su voz. Nos da mucho consuelo, es una llamada bendita, una gran alegría, incluso en medio de tantas pruebas, saber que, a pesar de su delicado estado de salud, el Santo Padre sigue pensando y rezando por todos nosotros y por la paz en Gaza, y al mismo tiempo sigue agradeciéndonos por nuestras constantes oraciones", cuenta el padre Romanelli. En comparación con las llamadas realizadas desde Casa Santa Marta, desde el teléfono móvil de su secretario, estas llamadas han sido un poco más breves en los últimos días. El Papa Francisco llamó el viernes 14, el día de su ingreso en el hospital, inmediatamente después de someterse a todos los exámenes clínicos. Luego volvió a llamar el sábado. El domingo 16 de febrero, solo pudo saludarlos a través de un mensaje escrito y, al día siguiente, hizo "una llamada breve", según informó el párroco. Aun así, el Papa logró saludar a cuatro personas, entre ellas el vicario Iousouf y dos monjas. Después, con altibajos en su estado de salud, realizó una nueva llamada el lunes 24. "Como lo ha hecho diariamente desde el inicio de esta terrible guerra, el Papa Francisco nos llamó una vez más para expresarnos su cercanía, para rezar por nosotros y para darnos su bendición", informó el misionero del Verbo Encarnado, quien en un video enviado a ANSA concluyó: rRecemos por el fin de esta guerra y por la paz en toda la Tierra Santa y en todo Oriente Medio".
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