Esta noche, la oración fue dirigida por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin. "Desde hace dos mil años, el pueblo cristiano reza por el Papa cuando está en peligro o enfermo. También en estos días, desde que el Santo Padre fue hospitalizado en el Policlínico Gemelli, una intensa oración se eleva por él al Señor, desde fieles individuales y comunidades cristianas de todo el mundo", dijo Parolin en la introducción de la oración.
Desde esta noche, queremos unirnos públicamente a esta oración, aquí en su casa, con la recitación del Santo Rosario.
Lo encomendamos a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María para que lo sostenga en este momento de enfermedad y prueba y lo ayude a recuperar pronto la salud", agregó. A partir de esta noche, los cardenales de la Curia y la diócesis de Roma rezarán el rosario todas las noches en la Plaza de San Pedro por la salud del Papa.
Una iniciativa natural para la comunidad católica, pero que inevitablemente recuerda lo sucedido hace veinte años, más o menos en este mismo período, cuando las personas se congregaban en la plaza para orar por la salud de Juan Pablo II. Que el Papa Francisco está atravesando horas difíciles también se percibe en las palabras del capellán del Gemelli, don Nunzio Currao, quien durante una celebración en el hospital dijo: "En este momento, quisiera que pidiéramos la misma fe de Abraham, la esperanza contra toda esperanza". En el Gemelli también se celebró una misa presidida por el asistente espiritual, monseñor Claudio Giuliodori, con la participación de la comunidad académica, encabezada por la rectora Elena Beccalli. En Italia y en el mundo se multiplican las iniciativas de oración. De Prato a Termoli, de Asís a Verona, las velas se encienden y las personas se unen en oración por el Pontífice, quien está atravesando el momento más difícil de su vida, aunque las últimas noticias parecen ser más alentadoras. No solo los católicos rezan por el Papa: "Muchas personas, incluso no creyentes, han expresado cercanía y solidaridad. Han dicho 'yo no creo', pero 'rezo por él'", subrayó el cardenal arzobispo de Bolonia y presidente de la CEI, Matteo Zuppi.
"El Papa quiere que su vida sea pública, que su fragilidad sea conocida. Ofrecer la enfermedad a los demás une en una comunión de afecto", añadió el arzobispo de Cagliari y secretario general de la CEI, monseñor Giuseppe Baturi. El superior de los frailes menores, fra Massimo Fusarelli, en su oración en el Gemelli pidió que el Papa pueda tener "consuelo, salud y fuerza para seguir guiando la Iglesia con sabiduría en el camino del Evangelio con su voz profética, distinta a la de muchos poderosos". "Rezamos por el Papa Francisco y lo esperamos de nuevo en Asís", expresó fra Marco Moroni, custodio del Sacro Convento de San Francisco. Desde Turín, el cardenal Roberto Repole, durante la misa por los veinte años de la muerte de don Luigi Giussani, dijo: "Elevamos una oración especial a Dios Padre por nuestro Papa Francisco, por su salud, para que el Señor lo acompañe, le muestre su cercanía, su ternura y le conceda la salud". También los obispos de Irlanda han pedido oraciones por la salud del Papa: "El Papa Francisco tiene un lugar especial en los corazones del pueblo irlandés, y esta cercanía fue particularmente evidente durante su visita a Dublín y Knock en agosto de 2018".
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