"No olvidemos a la atormentada Ucrania, no olvidemos a Palestina, a Israel, a Myanmar. Recemos por la paz. La guerra es siempre una derrota", dijo el Pontífice interrumpido por los aplausos de los fieles en la Sala Nervi, en su habitual discurso de apelación al final de la audiencia.
Luego continuó: "Ayer llamé, lo hago todos los días, a la parroquia de Gaza. Estaban contentos. Hay 600 personas allí, parroquia y colegio. Y me dijeron, 'hoy comimos lentejas con pollo', algo que en aquellos tiempos no estaban acostumbrados a hacer; sólo unas verduras, algo. Estaba felices".
"Oremos por Gaza, por la paz allí y por tantas otras partes del mundo", prosiguió el argentino Jorge Mario Bergoglio.
"La guerra es siempre una derrota, no lo olviden. ¿Y quién gana con las guerras? Los fabricantes de armas. Por favor, oremos por la paz", insistió.
Por otra parte, en su saludo a los peregrinos polacos, el Papa también exhortó: "Por favor, recuerden también en sus oraciones a los ancianos de Ucrania que están viviendo el drama de la guerra".
"Quiero que sepan que mi corazón está con la gente de Los Ángeles, que sufrió tanto por los incendios que devastaron barrios y comunidades enteras, y que no han terminado", dijo Francisco al final de su encuentro semanal con los fieles de Italia y de todo el mundo.
"Que Nuestra Señora de Guadalupe -continuó- interceda por todos los habitantes para que puedan ser testigos de esperanza, a través de la fuerza de la diversidad y de la creatividad por la que son conocidos en todo el mundo".
Además, al saludar a los peregrinos alemanes, Bergoglio recordó que "en estos días concluye la Semana de oración por la unidad de los cristianos. Esta unidad no es fruto de nuestros esfuerzos, sino un don que debemos pedir al Padre, para que el mundo crea en su Hijo, Cristo el Salvador".
Durante la catequesis, en la que retomó el ciclo jubilar sobre "Jesucristo, nuestra esperanza", el Papa subrayó, asimismo, la necesidad de no tener miedo.
"Pero padre, tengo miedo, voy a ir a la bruja, me leerán las manos", continuó luego, improvisando.
"Pero, por favor -añadió Francisco-, 'no tengan miedo' es lo que nos dice el Señor".
"Las palabras que el ángel dirige a María se dirigen también a cada uno de nosotros. ¡No tengan miedo!", insistió, saludando a los peregrinos de lengua portuguesa.
"Dios está a nuestro lado y siempre está con nosotros. nos acompaña siempre. No lo olvidemos: ¡nunca estamos solos!", completó.
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